Por primera vez en la historia el “Efecto Flynn” se vio frenado en la población mundial. Este efecto se basa en la observación confirmada a lo largo del siglo XX de que generación tras generación, los jóvenes son más inteligentes que sus padres. Implementado por Richard Hernstein y Charles Murray en el libro The Bell Curve.
Recientemente, esta tendencia ha comenzado a incorporarse en varios países. La explicación que se ha dado a esta situación tiene que ver con factores socioeconómicos, el sistema escolar, la nutrición, la salud, entre otros que podrían estar incidiendo en este coeficiente. Por ello, se analizó a los países en los que estos factores se han mantenido estables, con la esperanza que en estos se continúe observando el efecto Flynn. Sin embargo, los resultados no mostraron eso.
«La fábrica de cretinos digitales», se titula el último libro del neurocientífico Michel Desmurget, director de investigación en el Instituto Nacional de la Salud de Francia, en el que cuenta con datos duros y en forma contundente cómo los dispositivos digitales están afectando gravemente, y para mal, al desarrollo neuronal de niños y adolescentes.
«Simplemente no hay excusa para lo que les estamos haciendo a nuestros hijos y cómo estamos poniendo en peligro su futuro y desarrollo», advierte en entrevista con BBC Mundo el experto.
Millenials, centenials, o simplemente, nativos digitales. Los niños y jóvenes de hasta 18 años nacieron y crecieron con internet, descubriendo un mundo nuevo lleno de posibilidades, de conocimiento y de entretenimiento luego de la aparición de los teléfonos inteligentes y más tarde de las tablets y computadoras portátiles más livianas, se incrementó la dependencia hacia las pantallas.
La tecnología tiene cada vez más una gran influencia en los chicos, como en los adolescentes y los convierte por primera vez en menos inteligentes que la generación pasada. Desmurget entiende que esto ocurre debido a la gran exposición que tienen los niños y jóvenes frente a distintas pantallas, quienes se ven afectados en sus principales fundamentos de la inteligencia como el lenguaje, la memoria, la concentración y la cultura en general, cosa que se ve reflejada en su rendimiento académico.
“Los principales fundamentos de la inteligencia de una persona, es decir, lo que nos ayuda a organizar y entender el mundo, están amenazados psíquicamente y también físicamente. La arquitectura cerebral se construye a medida que crecemos y sus características finales dependen de la experiencia que transitamos la cual modifica tanto la estructura como el funcionamiento de nuestro cerebro. Así es como en respuesta a las vivencias, algunas áreas del más complejo de nuestros órganos se vuelven más gruesas, otras más delgadas; algunas conexiones se desarrollan, otras se desvanecen. Por ejemplo, se ha demostrado que el uso de videojuegos de acción conduce a un engrosamiento en ciertas regiones motoras relacionadas con la manipulación del joystick o el procesamiento de recompensas, las mismas que se ven involucradas en la adicción”, comento Desmurget.
En su libro cuenta con varios estudios científicos que han probado como el CI ha comenzado a descender en países como Francia, Holanda, Finlandia, Noruega y Dinamarca. Para fundamentar su exposición, el experto cita a Mark Bauerlein, profesor de la Universidad Emory en Atlanta (Georgia), que sostiene que esta es la generación más estúpida que haya habido nunca.