La carrera por la vacuna contra el coronavirus se ha acelerado mucho en los últimos meses. Ya son más de 44 millones las personas contagiadas y hay aproximadamente 1 millón de muertos en todo el mundo, según los registros de la Universidad Johns Hopkins, sin tener en cuenta los efectos económicos que ha traído y que han golpeado con fuerza a todo el planeta tierra. Pero lo que más preocupa, después de un par de meses de pandemia en los que Europa registró pocos casos de infección diaria, son los números que volvieron a subir de forma abrupta y encendieron las alarmas en el viejo continente, es más, en esta segunda ola se han registrado mayor número de casos, aunque el índice de mortalidad se mantiene por debajo de lo que se reportó hace algún tiempo cuando llegó el virus.
Con este panorama, la única respuesta, además de la cuarentena, parece ser una vacuna segura, que se pueda producir masivamente. Ese es el caso de Rusia, que anunció que su vacuna Spuntnik V, desarrollada por el gobierno de Vladimir Putin, científicamente mejorada y que de acuerdo a lo anunciado por el jefe del Fondo de Inversiones Directas de Rusia (FIDR) había sido aprobada en agosto de este año, es una de las más avanzadas en cuanto a su desarrollo. Kirill Dmítriev, director ejecutivo de Rusia, informó que envió a la Organización Mundial de la Salud (OMS) el pedido para su registro acelerado y precalificación. Se trata de una vacuna que se dará en dos dosis, y con un lapso de aplicación de 21 días entre una y otra.
The Lancet, revista médica británica, dio a conocer que el 100% de los adultos sanos participantes en los ensayos clínicos de Fase I y II de Sputnik V demostraron una fuerte respuesta inmune, aunque faltan más investigaciones para ver más resultados. La fase III que se está llevando a cabo, en esta última etapa tendrá una duración de seis meses y habrá más de 40.000 voluntarios.
Mientras los rusos están avanzando con su vacuna, Oxford, BioNTech y Pfizer, Johnson & Johnson y Moderna siguen avanzando a paso lento, pero más confiable, según la comunidad científica. Algunos científicos ya han anunciado que antes de que termine el año, al menos una de estas vacunas estará lista para ser distribuida a millones de personas.
La directora del Grupo de Trabajo de Vacunas del Reino Unido, Kate Bingham, que gestiona una posible cura para el COVID-19, en The Lancet manifestó: «Es importante evitar la complacencia y el exceso de optimismo. Es probable que la primera generación de vacunas sea imperfecta, y debemos estar preparados para que no prevengan la infección, sino que reduzcan los síntomas y hay que tener una visión realista sobre las posibilidades que le ofrece una vacuna al mundo” y agregó: “Lo importante es tener varias alternativas para hacerle frente al virus y así mejorar las posibilidades que tienen los ciudadanos de prevenirlo o, al menos, de reducir sus efectos. La mayoría de las vacunas requerirán dos dosis, y también estamos investigando si se pueden requerir inyecciones de refuerzo de revacunación anual o bianual para mantener una protección duradera», finalizó.
A causa de este significativo aumento en la cantidad de nuevos infectados, varios países de Europa se vieron obligados a tomar medidas, aunque los datos varían entre las distintas naciones.
República Checa no pudo parar la segunda ola, luego de haber tenido un éxito parcial en la primavera, tras ser uno de los primeros en usar barbijos. Tiene el peor número en cuanto a contagiados por lo que declaró el estado de emergencia desde principio de octubre. Hace unos días los pubs y restaurantes cerraron y solo están abiertos para vender comida para llevar. Están prohibidas las reuniones donde haya más de seis personas en todo el territorio del país.
España es el país con más casos en todo Europa desde que arrancó la pandemia. El gobierno español decretó el estado de emergencia en Madrid y otras ciudades. Solo se permite ir al trabajo o escuela. Los hoteles y restaurantes pueden funcionar hasta las 23:00 con el 50% de su capacidad, lo mismo sucede con los negocios, pero deben cerrar a las 22:00. Las reuniones solo pueden ser de seis personas y los lugares de culto están restringidos a un tercio de su capacidad. En Cataluña cerraron todos los bares y restaurantes por al menos dos semanas. Solo pueden proporcionar servicios de comida para llevar. Los niños mayores de seis años deben usar barbijo en todos los medios de transporte público y espacios públicos.
En Holanda, desde este mes, todos los bares, restaurantes y cafeterías han cerrado y solo se sirve para llevar. La venta de alcohol y la ingesta en público está prohibida después de las 20:00. Los supermercados también deben cerrar luego de ese horario. Recomiendan el trabajo desde casa y un máximo de tres personas para visitar un hogar el mismo día. Los eventos, conciertos y ferias están prohibidos, hasta nuevo aviso y es obligatorio el uso de barbijos en transporte público, tiendas y lugares cerrados. Las escuelas, gimnasios, piscinas y piletas permanecerán abiertas y los menores de 18 podrán seguir haciendo deporte.
Inglaterra tiene tres tipos de alerta: Media, alta o muy alta. Más de la mitad de la población está a nivel de alerta alto y Liverpool es la única zona que está en el nivel más alto. Millones de personas en la capital, Londres, y otras zonas, están a partir de ahora bajo normas más duras prohibiéndose las reuniones entre las personas de otros hogares, ,en pubs y restaurantes.
En Bélgica, no es obligatorio usar mascarilla en espacios públicos, sin embargo, el gobierno lo recomienda en lugares donde no haya distancia social establecida. Los cafés y bares deben cerrar a las 23:00 y otros locales de comidas a las 22:00. En la mesa de un bar puede haber un máximo de cuatro personas y la misma cantidad se permite en una burbuja social.
En Francia hay toque de queda nocturno en nueve ciudades por al menos cuatro semanas. En Paris, Marsella, Lyon, Lille, Saint-Etienne, Rouen, Toulouse, Grenoble y Montpellier tendrán que quedarse en casa de 21:00 a 06:00 y solo se permitirán que circulen los esenciales. Las escuelas permanecerán abiertas. Hasta seis personas podrán reunirse dentro de una casa. Los bares están cerrados en París y en la ciudad de Marsella desde el mes pasado. En las reuniones puede haber hasta 10 personas. Las bodas, las fiestas de estudiantes y otras reuniones organizadas en lugares alquilados están prohibidas. Cubrirse la cara es obligatorio en espacios públicos cerrados en todo el país. Los cubre bocas también deben usarse en la mayoría de los lugares de trabajo.
En el resto de Europa la mayoría de los países tienen las mismas restricciones. Alemania suspendió todo tipo de eventos, festivales y conciertos hasta fin de año, las pruebas en aeropuertos son obligatorias y quienes no se cubran la cara en público enfrentarán multas. Italia obliga también al uso de tapabocas en exteriores e interiores, excepto dentro de sus casas, pero sí dentro de la escuela. Dinamarca, permitió el regreso a los estadios de fútbol, pero solo a una fracción de su capacidad y con mascarillas. Grecia ofrece test gratuitos a quienes lleguen desde algunas islas en particular con índices altos. En Irlanda se prohíbe toda visita en casas excepto para el cuidado de niños o enfermos hasta fines de noviembre. Suecia no ha tenido confinamiento, pero ha respetado el distanciamiento social y trabajo desde casa. Las tiendas, empresas, bares, restaurantes y gimnasios permanecen abiertos, sin obligatoriedad de las mascarillas. Ante el aumento de casos, no han descartado futuras restricciones.
Nicolás Desimoni.