Se dice que los récords están para romperse, y esto en la Fórmula 1 se ha conseguido el último domingo en tierras portuguesas, lugar donde no se corría desde 1996. La marca que obtenía la leyenda de Michael Schumacher de 91 victorias fue finalmente superada tras 19 años por Lewis Hamilton, que ahora con 92 se convirtió en el piloto con más victorias en la historia de la categoría.
El competidor de Mercedes continúa sorprendiendo al mundo del automovilismo, no solo por sus victorias, sino también por su gran carácter: “Va más allá de mis sueños más salvajes. No podía estar aquí sin mi equipo, innovando continuamente y empujando la barrera de este juego. No importa cuántos domingos hagamos esto, siempre será un desafío”. Su próxima marca a romper será otra en la que gobierna el mítico Schumacher: los 7 títulos que el ex piloto ostenta. Si el británico vuelve a coronarse en la Fórmula 1 logrará alcanzar su séptima corona e igualar así al alemán.
Hamilton no arrancó de buen modo ya que el pavimento no estaba de todo seco por la llovizna y esto le complicó la carrera, a tal punto de regalarle la punta a su compañero de equipo Valtteri Bottas y luego Carlos Sainz también lo superaría. Pero a pesar de las circunstancias, el corredor británico demostró una vez más su valía y haciendo gala de toda su potencia, los superó con facilidad y recuperó la punta.
El circuito de Portimao trajo varias sorpresas para algunos y disgustos para otros. Bottas, quien tuvo un comienzo bueno (a punto tal que llegó a ser el líder de la carrera), no pudo sostener su nivel y quedó una vez más relegado del primer puesto por su colega Hamilton y se iría frustrado al final de la carrera, sabiendo que su deseo por conseguir el campeonato mundial de Fórmula 1 está cada vez más lejano. Mientras tanto, el piloto de Red Bull Max Verstappen, tuvo un manejo más que tranquilo ya que nunca estuvo en peligro su tercer lugar, logrando así el último podio de la carrera y una lucha por el título mucho más alejada.
Kimi Raikkonen largó desde el puesto número 16, y de manera veloz en tan solo una vuelta logró superar a 10 competidores y quedarse con el puesto 6; pero el campeón de la categoría en 2007 con Ferrari no pudo mantenerse y fue superado quedando sobre el final de la carrera en la posición 11. El que dejó en lo alto a Ferrari nuevamente fue Charles Leclerc, que obtuvo el puesto número 4 en la carrera, mientras que su compañero y 4 veces campeón de F1, Sebastián Vettel se quedaría en décima posición a una vuelta del ganador.
Una nueva polémica se armó con el conductor de Racing Point Lance Stroll, quien chocó a Lando Norris cuando intentaba pasarlo en una curva y el joven británico tuvo que verse obligado a salir hacia los boxes, arruinándole así una excelente carrera que tenía hasta el momento. Mientras tanto, Stroll recibió una penalización de 5 segundos por ser el artífice del impactó que luego se convirtió en un retiro de la carrera tras una segunda penalización y ser el último de la competencia.
Lewis consiguió el dominio de la carrera tras la pasada por los boxes. Al finalizar, les llegó a sacar a sus principales seguidores una ventaja clara, a su colega finlandés Bottas le llegó a sacar 25 segundos y un total de 77 puntos y al holandés de Red Bull Verstappen, 35 segundos y una casi inalcanzable suma de 94 unidades.
Al finalizar, el 6 veces campeón mundial tuvo un emotivo abrazo con su padre Anthony, quien estuvo en cada una de sus carreras a lo largo de su vida y tras el distanciamiento por la pandemia de Covid-19 volvieron a juntarse.
Brian Tomás Varela