A la hora de hablar del rally y sus figuras, es posible mencionar pilotos como Sébastien Loeb, Sébastien Ogier, entre otros, pero el mejor de todos según los fanáticos de la WRC es el español Carlos Sainz. El corredor de 58 años es un referente tanto en su país como mundial gracias a su talento al volante y a sus títulos obtenidos a lo largo de más de cuatro décadas de carreras.
Su fanatismo con los motores comenzó desde muy chico, precisamente a los 11 años cuando con ayuda de su hermana Carmen pudo manejar un Seat 600 y fue gracias a eso que despertó un interés inexistente en la vida de Carlos que comenzó con coleccionar autos en miniatura junto con su hermano Antonio.
Este fanatismo fue potenciado tiempo después con la ayuda de Juan Carlos Oñoro, corredor de rally y novio de su hermana en aquella época, ya que fue gracias a él que comenzaron sus aventuras con los autos y fue con un Renault Dauphine. A pesar de todo, el debut de Sainz en las carreras fue en el motocross y al mando de una Montesa Cappra 125 con tan solo 16 años.
En 1980 y ya cumplida la mayoría de edad, debutó finalmente con un vehículo de cuatro ruedas, el Renault 5 Ts de su padre, y precisamente en el Rally Shalymar. Su copiloto en esta competencia fue Juanjo Lacalle, un gran amigo suyo y quien además ya le había pedido ocupar esa posición tiempo atrás luego de verlo manejar con mucha clase en los caminos nevados de los Alpes.
Cuando todo esto pasó, “El Matador” se encontraba en la universidad y Lacalle trabajaba en una cadena hotelera como Director de Marketing. Sin embargo lograron ingeniárselas para conseguir tiempo y un poco de dinero para poder ponerle al auto unas barras antivuelco, cinturones de seguridad, amortiguadores y frenos. De esta manera, con algunos consejos de Oñoro y la dorsal 78, debutaron.
Debido a las temperaturas bajo cero, Sainz y Lacalle decidieron ir alternando su puesto a lo largo de la carrera y de esta forma finalizar 23° en la general y segundos en el Grupo 1. Luego de competir, Juanjo quedó asombrado por el manejo de Carlos ya que no es común que alguien no cometa ningún error, más siendo su primera carrera.
Al año siguiente, la misma dupla decidió ajustar nuevamente su presupuesto, mejorar el auto y así poder correr en la Copa Nacional Seat Panda, donde ganaron cuatro carreras usando la misma estrategia de intercambiarse y lograron coronarse campeones del torneo lo que les abrió las puertas a Meycom, uno de los preparadores más importantes de la época en España.
A la hora de hablar de toda su trayectoria, es muy difícil hacer un resumen ya que solo entre el Campeonato de España, la WRC y el Dakar, suma más de 260 carreras. Es por eso que es preferible hablar de sus títulos: 2 en España, 2 Mundiales y 3 en Dakar.
Su participación en la competencia española fue entre 1980 y 1988 donde se coronó en sus últimas dos participaciones de la mano de Ford con su Sierra Cosworth aunque los años anteriores corrió con Renault. Este cambio repentino se debió a que la empresa ovalada le garantizaba una plaza en el WRC lo que le resultó algo imposible de rechazar.
Después de coronarse en su país, “El Rey”, apodado así por la prensa gallega, decidió que era turno de triunfar a nivel mundial y fue así que se dedicó en un 100% a dicha competencia. De esta manera consiguió en 1990 el primer puesto, hazaña que repitió dos años más tarde aunque para este momento ya no corría para Ford sino para Toyota.
Finalizada su etapa en el Campeonato Mundial, Sainz decidió mudarse al Rally Dakar, donde se quedó con el título en las ediciones de 2010, 2018 y 2020 y en todas lo hizo con diferentes escuderías: Volkswagen, Peugeot y Mini respectivamente.
Sin dudas, la carrera deportiva de Carlos Sainz es un sueño para muchos y habla muy bien de él como profesional ya que a sus 58 años sigue corriendo en la élite mundial.
Manuel Zucal Hernáez