La cuarentena decretada desde marzo, por el Gobierno Nacional, afectó a muchas ramas de la economía, pero también a las relacionadas con lo cultural. Un tiempo en el que muchos se vieron obligados a reinventarse, y ese es el caso de los Museos, que debieron volcar al mundo digital todo su contenido.
La, recientemente surgida en pandemia, Red Argentina de Museos y Espacios de Arte (RAME), elevó un protocolo que todavía espera la aprobación del Ministerio de Cultura, pero principalmente, del de Salud. La entidad que, entre otras, nuclea a las principales instituciones culturales del país -el Museo Nacional de Bellas Artes, Fundación Proa, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires y el Malba-, propuso una gradualidad en la apertura, el distanciamiento social en los recintos y la limitación de la asistencia como sus puntos principales.
Por otro lado, al igual que se produjo con la habilitación de los restaurantes y las confiterías, la reapertura de los museos estaría orientada, sobre todo, a la utilización de espacios abiertos, y, que quienes los posean, los puedan resignificar, o que puedan utilizar lugares cercanos si no cuentan con alguno propio. En ese sentido, por citar un ejemplo, la Presidente de la Fundación Proa, Adriana Rosenberg, manifestó que: “Tenemos pensado reaperturas al aire libre tanto en Proa como en Proa21, aunque todavía no hay una programación concreta”.
Si bien los Museos aún están cerrados, existe otro punto a tener en cuenta: los turistas. Son el gran porcentaje de visitantes que reciben estas instituciones. Sin ninguna reanudación de la actividad turística en el corto plazo, es una situación que trastocará la economía de un área que se encuentra muy golpeada.
Lucas Pedrozo Ruiz
2 «B» T.N.