El 9 de octubre de 1967, Ernesto “Che” Guevara, símbolo de la lucha armada contra el imperialismo e ícono de la izquierda en América Latina y el mundo, fue capturado y ejecutado clandestinamente en Bolivia, por orden de la CIA, mientras llevaba a cabo la instalación de focos guerrilleros en ese país sudamericano. Su muerte no acabó con el respeto y admiración por el líder revolucionario argentino y su papel en la historia.
Nacido el 14 de junio de 1928 en Rosario, Argentina, hijo de Ernesto Guevara y Celia de la Serna, el “Che” eligió una vida distinta a la que otros podrían pensar para él debido a su privilegiada posición económica.
Sus intereses fueron la política y la medicina. Esta última fue la que le permitió alcanzar lo que luego sería su destino: hacer la revolución para conseguir un cambio social en América Latina. La guerra civil española lo hizo contactarse con la realidad social y política que vivía el mundo, y un viaje de más de 4000 kilómetros por las regiones más pobres de Argentina le hizo dar cuenta de la desigualdad.
Durante toda su vida el periodismo lo acompaño a todos lados y más durante sus largos y duros días de lucha en la Sierra Maestra, en Cuba. Fue gran amante de la literatura y la poesía.
En múltiples recorridos por América Latina escuchó los deseos de cambio y de justicia de los pueblos más oprimidos. Era un marxista autodidacta que luchó por el reemplazo del capitalismo por el socialismo y que rechazó las injusticias y se rebeló ante un sistema que creaba desigualdades sociales.
En el año 1955, conoció a Fidel y Raúl Castro durante un viaje a México donde se enlistó como médico en la expedición Granma, que llevaría a un grupo de guerrilleros a pelear contra el régimen de Batista en Cuba. Junto a ellos se enfrentó a la dictadura de este país y luego de vencer, le otorgaron la nacionalidad cubana y le permitieron, hasta 1965, participar en la organización del estado, generando reformas políticas y sociales muy importantes.
La convicción de que la lucha armada era lo correcto lo llevó a países como el Congo y Bolivia donde dio su apoyo a los movimientos insurreccionales para lograr lo mismo que había alcanzado en Cuba. Su lucha contra el imperialismo fue su legado político por su influencia y su participación en los movimientos revolucionarios del mundo.
Tomó del marxismo y del comunismo las bases necesarias para construir una identidad propia que se convirtió en un movimiento atravesado por la idea de que no era necesario esperar a que las condiciones sociales provocaran una rebelión popular, sino que una pequeña guerrilla era suficiente para generar las condiciones y desencadenar el alzamiento popular.
Luego de su captura el 8 de octubre en La Higuera, Bolivia, por una herida en la pierna y su fusil inutilizable, por parte de los militares bolivianos, el dictador Barrientos recibió la orden de la embajada de Estados Unidos en La Paz, de matarlo. Fueron agentes de la CIA de origen cubano los que estuvieron vinculados al asesinato. Guevara fue ejecutado con una ráfaga de un fusil automático M-2. El médico patólogo que recibió su cuerpo debió decir entonces, bajo amenaza, que la muerte del “Che” fue en combate.
Ernesto Guevara es reconocido en la isla de Cuba como “El guerrillero heroico”, y en la Quebrada del Yuro, parte de la selva boliviana en la que peleó y murió, sus habitantes lo conocen hoy como “San Ernesto de la Higuera”, una especie de hacedor de milagros.
Para Norteamérica, la muerte de Guevara podía suponer un retroceso para las esperanzas de Fidel Castro de fomentar una revolución violenta en Latinoamérica y confiaban en que su fallecimiento socavase el movimiento rebelde en ésta región.
Lo cierto es que aún después de su muerte, sus ideas siguen vigentes en todos los movimientos que exigen cambios en las estructuras de poder. Figuras destacadas de la política, del deporte y del arte, y de diferentes ideologías como Diego Armando Maradona, Carlos Santana, Gabriel García Márquez y Jean Paul Sartre, entre otros, se han identificado con su figura e ideales.
El avance de los gobiernos progresistas en América Latina denota que los jóvenes, trabajadores y campesinos que luchan por una sociedad más justa, lo han tomado de ejemplo en pos de lograr su deseo de igualdad.
Nicolás Desimoni
Para saber más: https://www.youtube.com/watch?v=fkDrMOUa2Us