Un conflicto antiguo y actualizado. Enfrentamientos entre países de Europa Oriental que lindan con gigantes como Rusia y Turquía, que muestran una enorme influencia sobre los mismos. En este último tiempo se volvió a despertar una vieja disputa que había sido interrumpida por un alto al fuego en 1994.
Para hablar de este conflicto medianamente reciente, hay que retroceder a los primeros años de la URSS (Unión Soviética). Por aquellos años, Stalin decide dirimir el conflicto entre estas dos repúblicas, dándole el territorio de Nagorno Karabaj a Azerbaiyán. Si bien es cierto que la mayoría de los habitantes pertenecía étnicamente al pueblo armenio, priorizó consideraciones económicas y resultaba que la región estaba mejor integrada a la economía de Azerbaiyán.
Con la disolución de la Unión Soviética en 1988, la gente de alto-Karabaj realizó un referéndum en el cual expresaron su intención de unirse con Armenia y en 1991 se proclamó independiente de Azerbaiyán y de que a pesar de que intentaron avenir la paz, nunca pudieron llegar a buen puerto y es por eso que no hay un registro de quien volvió a iniciar este enfrentamiento, pero lo cierto es que el mandatario azerí propuso terminar la influencia armenia dentro de la región, y que no veía como posibilidad una tregua. Esto desató una guerra que duró hasta el alto al fuego de 1994. El saldo de la guerra fue alrededor de 30.000 muertos, entre civiles y militares, cientos de miles de desplazados de sus propias tierras. Sin embargo, para no prolongar el conflicto, el territorio no se incorporó a Armenia como un estado sujeto a este mismo, sino que logró la independencia de facto, renombrándose en el 2017 como la “República de Artsaj”. Este es un territorio auto-gobernado, que territorialmente pertenece a Azerbaiyán, pero que está controlado desde Armenia y en el que cada tanto se intercambiaron disparos o fuego de artillería entre posiciones de ambos bandos, pero en escalas menores.
Entre los constantes ataques y respuestas militares dadas por ambas partes, se suma la influencia de un tercero, Turquía, que participa activamente de esta guerra enviando apoyo militar con soldados libios y sirios a su históricamente aliado Azerbaiyán, que además de tener convenios comerciales mantiene una gran parte de la población turca dentro de su nación.
En esta última semana el ministro ruso Sergei Lavrov declaró una tregua humanitaria entre Armenia y Azerbaiyán para terminar con la agresión desatada en la ciudad de Nagorno Karabaj. Además, mantuvieron reuniones los altos mandatarios de ambos países y el grupo Minsk (integrado por países como Francia, EE.UU y Rusia) en el que tras 10 horas de negociación se pudo llegar a un acuerdo temporalmente. Esta medida entró en vigencia el día de 10 de octubre en dónde se debía permitir el intercambio de prisioneros de guerra y cuerpos de las víctimas a sus respectivos países.
Sergei Lavrov hizo algunas declaraciones para la agencia Sputnik «Las partes acordaron los siguientes pasos. Primero: se declara un alto el fuego a partir de las 12:00 horas del 10 de octubre de 2020 con fines humanitarios, para realizar un canje de prisioneros de guerra y otras personas retenidas, así como un intercambio de cadáveres con la mediación del CICR (Comité Internacional de la Cruz Roja)». También informaron que al menos 53 civiles perdieron la vida y 140.000 tuvieron que dejar sus hogares desde el 27 de septiembre hasta hoy en la ciudad de Nagorno Karabaj según la estimación de la ONU.
Iván Franco Cruz