Argentina, no es la excepción. En lo que va del año 2020 la deforestación avanzó más que en el mismo periodo del último año. Destruyendo más de 38 mil hectáreas de bosques nativos en el norte del país.
La deforestación y la conversión de ambientes naturales son temas delicados en materia ambiental. La pérdida de la cobertura vegetal natural de un ambiente como bosques, pastizales y humedales es generalmente provocada por la acción humana. Con el objetivo de destinar ese suelo a otras actividades como pueden ser la agricultura, la ganadería o la urbanización. Su impacto negativo contribuye al cambio climático por las emisiones de dióxido de carbono. Reducen y fragmentan el hábitat de especies animales y vegetales aumentando el riesgo de extinción. Por otro lado, dificultan la capacidad de los suelos de regular el excedente de agua y por ende se generan más inundaciones. Pero también atentan contra el desarrollo sustentable de la sociedad, ya que disminuyen la disponibilidad futura de servicios ecosistémicos como: la regulación del clima, la captación y la reserva de agua dulce y la estabilidad de los suelos para la producción de alimentos.
En las últimas décadas, el gran Chaco americano, eco región forestal de enorme diversidad ambiental y social se ubicó entre los 11 lugares más deforestados del planeta. Hace unas semanas, el humo en Rosario encendió las alarmas.
En el Delta del Paraná, hubo más de 50 especies de mamíferos afectados, 200 especies de aves, 300 especies de peces, decenas de anfibios y réptiles, sumado a la destrucción masiva de la flora nativa con más de 300 especies involucradas. Todo un ecosistema devastado. Al momento se cuadruplicaron los incendios sobre los humedales del Paraná, llegando a 3700 focos de incendios. Se estima que se quemaron más de 90 mil hectáreas, la mayor superficie arrasada en los últimos 9 años.
Este año no fue bueno para el medio ambiente. A pesar de que nos encontramos en pandemia estamos atravesando una sequía extrema, producto de la bajante histórica del río Paraná. A los incendios del Paraná se suman otras provincias como Córdoba donde en los últimos 14 años se incendiaron 657 mil hectáreas de sierra. Situaciones parecidas se pueden encontrar en Chaco, Corrientes, Santiago del Estero, Tucumán y Formosa.