La violencia es un sentimiento que no tiene poder de razonamiento. Las normas se ven nubladas cuando está la sensación de injusticia en el aire. Sin dudas, no fue un domingo cualquiera para el piloto de karting Luca Corberi, quien corría en el final del Mundial (categoría KZ) en el South Garda en Lonato, Italia. En la carrera tuvo un buen comienzo y hasta escaló a la novena posición, pero cayó unos puestos hasta llegar al 15° en la décima vuelta. Ahí es donde comenzó a desatarse el lamentable hecho de violencia. Disputaba el puesto con su compatriota Paolo Ippolito, quien tocó el vehículo de Luca y lo despistó, dejándolo fuera de competencia. El joven de 23 años entendió que el choque fue a propósito y lejos de aceptar la eliminación, arrancó parte de la trompa plástica de su karting y esperó a que su verdugo aparezca nuevamente en escena. Corberi se quedó al costado de la pista asfáltica y al acercarse Ippolito le arrojó el objeto poniendo en peligro su propia integridad física y la de los demás competidores.
Igualmente, el elemento no impactó en los pilotos y no se generó ningún tipo de accidente. Sin embargo, el momento de furia no quedó ahí: lejos de recapacitar por sus lamentables acciones, se trasladó a boxes para seguir con el enfrentamiento, acechó a su víctima distraída y le propinó unos golpes hasta que los auxiliares intervinieron en la pelea para separarlos. Ante esta actitud antideportiva se lo expulsó de la competencia. A la espera de una decisión disciplinaria severa por parte de La Federación Internacional del Automóvil (FIA), Luca Corberi ha manifestado su arrepentimiento por redes sociales y sorprendió al dar a conocer que ya no volverá a correr: “He decidido no volver a estar en ninguna otra competición por el resto de mi vida, no es justicia propia, sino que simplemente es lo correcto”.
La familia Corberi está en el mundo del karting desde 1985 e inclusive el padre de Luca es dueño del circuito en donde ocurrieron los lamentables hechos. La condena social por las acciones erradas del piloto fue por las que debió dejar el automovilismo siendo una promesa tras 15 años en este deporte. El joven italiano ya había logrado el campeonato del mundo en 2012 en la categoría KF3.
Jonathan Herlein