Pocas veces se debe sufrir tanto para ganar como le tocó a la neerlandesa Kiki Bertens al vencer en el Abierto de Francia a la italiana Sara Errani por la segunda ronda. En un partido que duró 3 horas 11 minutos, que acabó con su triunfo por 7-6(5) 3-6 9-7, Bertens tuvo complicaciones, con algunos calambres y sosteniéndose para poder continuar. La italiana no creía que fueran reales sus quejas y realizó algunas burlas y servicios de forma simple. Al finalizar el encuentro no fue nada profesional y hasta incluso insultó a su rival.
Fuera de eso este día será recordado por la propia jugadora y sus allegados tras terminar su encuentro con pocas energías. Luego del encuentro su estado era tal que no podía mantenerse de pie y por tanto tener que desplomarse en el suelo para luego ser atendida de forma inmediata por los servicios médicos para intentar aliviarla. La holandesa sintió dolores en los principales músculos como muslos, brazos y hasta sus dedos, reflejados en la transmisión y por los masajes que le realizaban. No pudo retirarse por sus propios medios y se despidió de la cancha 14 en silla de ruedas. Incluso una de las mujeres que la ayudaban con sus pertenencias tuvo la mala idea de elevar la pierna izquierda de la tenista lo cual provocó un nuevo calambre en la deportista y más dolor. Aún así la ranqueada número 8 por la Women’s Tennis Association, Bertens, ganó el partido.
Tobías De La Fuente