Mick Schumacher es el hijo del siete veces campeón, Michael, y es sin dudas una de las promesas del automovilismo. A sus 21 años se encuentra compitiendo por segundo año en la categoría de Fórmula 2 con Prema. Actualmente el joven piloto ocupa la primera posición de la competencia con un total de 191 puntos, con una diferencia de 22 sobre su escolta, Callum Ilot. Sin embargo, en su primera temporada no le fue muy bien ya que finalizó en el puesto 12°.
Esta situación también se le presentó anteriormente cuando corría en Fórmula 3 ya que en su primera edición también quedó en el 12° lugar aunque para el año siguiente (2018), supo corregir algunos detalles y de esa manera quedarse con el campeonato.
Esto deja en claro que más allá del talento natural que tiene el piloto, los cambios no le sientan muy bien y se ve obligado a transcurrir un proceso de “adaptación”, algo por lo que es muy criticado por los aficionados, ya que pilotos como Max Verstappen y Charles Leclerc no se vieron obligados a pasar por este proceso.
Más allá de estar corriendo en la segunda categoría más importante, Schumacher ya tuvo la oportunidad de pilotar varias veces un Fórmula 1. Previo al Gran Premio de Bélgica de 2017, Mick condujo el Benetton B194 en homenaje a su padre en conmemoración a su primera victoria en la máxima categoría. En 2019 ingresó a la Academia de Pilotos de Ferrari y tuvo su primera experiencia en un monoplaza de F1 moderno durante los entrenamientos posteriores al Gran Premio de Bahrein de ese año, a los mandos de un Ferrari SF 90 y al día siguiente, pasó a conducir un Alfa Romeo C38. En julio del mismo año volvió a subirse a un monoplaza de su padre, esta vez al Ferrari F2004, coche que volvió a pilotar este año GP de la Toscana.
Sin embargo, lo más importante en cuanto a pilotar un F1 ocurrirá el próximo viernes 9, cuando conducirá el Alfa Romeo C39 de Antonio Giovinazzi en la primera sesión de entrenamientos del Gran Premio de Eifel en Nürburgring, como un paso para prepararse para un futuro debut en 2021.
El joven piloto cuenta con una gran carrera automovilística, sin embargo, tiene una mochila muy grande en su espalda y es nada más y nada menos que los logros conseguidos por su padre.
Michael es sin dudas uno de los mejores, para muchos el mejor, piloto de Fórmula 1 en la historia del automovilismo. Más allá de que dicho reconocimiento es subjetivo, algo que no se puede negar es que es el corredor más galardonado de la categoría con un total de siete títulos Mundiales, dos de la mano de Benetton y cinco con Ferrari.
La relación entre Michael y los autos empezó desde muy chico, a sus 4 años, cuando se subió por primera vez a un karting, categoría donde fue subcampeón del mundo júnior con 16 años, y posteriormente campeón alemán y europeo con 18. En su transición a la Fórmula 1, se consagró en tres ocasiones: Fórmula König (1988), Fórmula 3 Alemana y Gran Premio de Macao (1990). Sin embargo, demostró su mejor nivel en la mejor categoría del automovilismo.
Su aparición en las grandes ligas llegó en 1991 y tan solo le bastó un año para conseguir un podio y apenas 3 para conseguir un campeonato. Este primer título lo consiguió corriendo para Benetton, título que repetiría al año siguiente con la misma escudería.
Luego de estas consagraciones estuvo unos años en sequía pero ya en el año 2000 obtuvo su tercera corona, esta vez, de la mano de Ferrari, escudería con la que es identificado por los fanáticos. El Káiser nunca dudó de su potencial y fue de esta manera que obtuvo cuatro títulos más al hilo, rompiendo cualquier tipo de récord registrado hasta el momento.
En el 2006, luego de consagrarse subcampeón, anunció su retiro aunque en el 2010 volvió a las pistas de la mano de Mercedes-Benz, escudería con la que se retiró dos años más tarde luego de que Lewis Hamilton, actual corredor de las flechas de plata, firmara contrato para el año siguiente.
Dicho todo esto, es posible darse cuenta de la presión con la que cuenta su hijo de cara al futuro, hay quienes creen que no podrá conseguirlo pero si de algo hay que estar seguros es que un Schumacher en la Fórmula 1 es algo que ilusiona.
Manuel Zucal Hernáez