En las calles de París se vivió un hecho que quedara para la historia y el recuerdo. El joven Tadej Pogacar, nacido en Komenda (Eslovenia), se coronó campeón del Tour de Francia. De esta manera el esloveno se convierte en el ganador más joven desde 1904, cuando el francés Herni Cornet, con tan solo 20, años se alzó con el trofeo.
En lo que fue la 107° edición del Tour y la primera participación del Pogacar, el ciclista dio una muestra de preparación física y mental. Rompiendo con todos los pronósticos, supo sacar provecho en lo que es una de las etapas más complejas de la competencia, la cronoescalada. Este tramo, que cuenta con una extensión de 122 kilómetros que van desde Mantes-la-Jolie hasta París, le permitió al joven sacar separase y relegar a su compatriota Primoz Roglic al segundo puesto.
Meses atrás, el propio Tadej veía imposible esta situación. El brote del coronavirus en Europa ponía en pausa las aspiraciones, no solo de él sino la de todos los ciclistas del circuito. En lo que fue la vuelta de las competencias de ciclismo en Europa, muy pocos eran los que ponían al joven eslovaco como candidato a ganar el torneo más importante dentro del mundo del ciclismo. Pero este campeón venía demostrando grandes actuaciones previamente, como el podio en España obtenido el año pasado, que ya le daban un nombre y peso dentro del ciclismo. Tal fue el crecimiento de Pogacar que desde que comenzó el 2020 siempre fue protagonista de los torneos.
Con este gran triunfo, Pogacar se adjudica ya un lugar en el mundo del deporte como una de futuras figuras mundiales. El tiempo en este momento se transformará en un aliado para el ciclista en donde el perfeccionismo, como también los logros y éxitos llegarán a puerto.
Pedro Occhiuzzi