Apenas finalizó el Tour de Francia se encontró un nuevo implicado por sospechas de dopaje, con lo que se abrió una investigación a parte del equipo colombiano, en las que fueron detenidas dos personas. Según la fiscalía de Marsella, fueron descubiertos por “varios productos de salud, incluidos medicamentos entre sus pertenencias personales, pero también, y sobre todo, un método que podría ser calificado de dopante”, precisó la fiscal Dominique Laurens, la pena en estos casos puede alcanzar los cinco años de prisión y los 75.000 euros (88.788 dólares) de multa. Fueron interrogadas dos personas, según el diario Le Parisien: un médico y de un kinesioterapeuta.
Tanto Nairo Quintana como su hermano Dayer, también ciclista del equipo y participante en el Tour, han sido también interrogados en el marco de esta operación.
A raíz de todo esto, Quintana emitió un comunicado en donde afirmó que “nunca se encontraron sustancias dopantes». La gendarmería francesa realizó un operativo en el hotel en el que estaban él y su equipo el miércoles 16 de septiembre en Méribel, una vez culminada la etapa del Tour.
Según el corredor colombiano que ha sido dos veces subcampeón del Tour (2013 y 2017), por ahora «se desarrolla una investigación preliminar y yo he contestado a todas las preguntas y dudas, estoy dispuesto a seguir haciéndolo de forma voluntaria hasta aclarar toda esta situación partiendo de la base apuntada: jamás he utilizado sustancias dopantes y no se encontró ninguna sustancia ilegal en la investigación policial».
El colombiano, que se mostró en buena forma a principios de año hasta su victoria en la etapa reina de la París-Niza, se dejó ver menos en el Tour. Atrapado en una caída en la decimotercera etapa, terminó la carrera en la decimoséptima posición en la clasificación general, a más de una hora del vencedor, el esloveno Tadej Pogacar. Por su parte, su hermano Dayer, que participaba por primera vez en el Tour, terminó en el puesto 95.
Rosario Paso Díaz