Avanza la moción de censura para destituir al presidente del club.
Las horas de la cabeza del Fútbol Club Barcelona parecen contadas. A pesar de haber “ganado” la partida de ajedrez contra Lionel Messi y conseguir que el astro argentino se quede casi como rehén del club, la pésima gestión llevada a cabo tanto deportiva como institucionalmente en los últimos años no podía salir gratis ni pasar desapercibida.
Al principio la moción de censura impulsada por los opositores al oficialismo parecía un imposible. Se requerían para poder avanzar, alrededor de 16000 firmas de socios, número que sonaba utópico por la difícil situación mundial que se atraviesa y por la sensación de mar calmo tras la continuidad del “10”. Pero la realidad evidenció otra cosa y fueron cerca de 21000 rúbricas las obtenidas, superando ampliamente lo que se esperaba. Ahora el proceso avanza con la conformación de una “mesa de censura” que deberá validar y recontar cada una de las firmas que han apoyado la movida contra el presidente y su junta directiva. Dicha mesa tendrá hasta el 10 de octubre para hacer público el resultado de la verificación.
El momento definitivo para definir el futuro del club lo marcará el referéndum. Por cuestión de reglamento será obligatorio en esta instancia contar con el 66.7% del apoyo de los socios culés. Un porcentaje que equivale a dos tercios de los votos. Dependerá de los socios estar a la altura y abandonar la inercia para interceder en lo que quieran que esté por venir.
En caso de que gane la moción, se convocará a elecciones adelantadas en noviembre (están pautadas para marzo) y ahí son Víctor Font y Joan Laporta quienes aparentemente estarían a la cabeza en la carrera por el cargo más importante de la institución blaugrana.
La primera firma e impulsora de tantas otras, fue sin dudas la de Lionel Messi con aquel burofax. La voz del mejor jugador de la historia del club se alzó y dejó en evidencia la necesidad imperiosa de un presidente a la altura de lo que es el Barcelona.
Por ahora Josep María Bartomeu elige llamarse a silencio y no se pronuncia al respecto. Probablemente tanto él como su entorno no contaban con que el hincha finalmente se atrevería a hacerse escuchar. Pero todo parece indicar que pronto deberá tomar la palabra. De todos modos, el desenlace de esta historia parece estar más que claro…
Emiliano Franco 2do. B TT.