El presidente de Perú, Martín Vizcarra, que conservó su cargo al fracasar el día viernes el juicio para destituirlo en el Congreso, quedó igualmente bajo sospecha de las autoridades, que lo relacionaron con “un presunto hecho de connotación penal”. Tras ser denunciado en el mes de mayo por una periodista que dio a conocer un misterioso contrato con un músico desconocido, quien recibía sueldos de 50 mil dólares por dar charlas motivacionales y de liderazgo, algo totalmente extraño para un cantante.
Tras una interrogación, el artista negó tener una relación cercana al presidente, aunque admitió lo que ya era sabido por todos, su apoyo en 2016 cuando el mandatario realizaba su campaña electoral. Martín Vizcarra también negaba dicha relación hasta que aparecieron unos audios que levantaron sospechas, en ellos se lo escuchaba coordinar con dos asistentes una estrategia de defensa para aclarar cuántas veces un amigo suyo, el músico Richard Cisneros, lo había visitado en el Palacio de Gobierno.
En total Richard «Swing» recibió nueve contratos a lo largo de tres años. Pero lo peor del asunto es que dos de estos contratos se dieron en abril del 2020, ya en plena crisis sanitaria por la pandemia del COVID-19. Recordemos que Perú con 31.369 muertes, ocupa el séptimo lugar en la escala mundial en el rubro y registra la mayor tasa de mortalidad, con 95 decesos cada 100.000 habitantes. A pesar de esto, el domingo pasado el mandatario peruano anunció que llevan cinco semanas con decrecimiento de casos.
Sin embargo, la destitución de Vizcarra fue totalmente fallida. El Congreso solo cosechó 32 de los 87 votos que necesitaba sobre un total de 130 legisladores, con 78 votos en contra y 15 abstenciones. El proceso de «vacancia presidencial» había sido aprobado la semana pasada con 65 votos, pero el plan se debilitó luego de que influyentes líderes opositores rechazaron airadamente la propuesta.
Si bien superó el obstáculo más complejo de su presidencia, la guerra abierta entre el gobierno y el Congreso no ha terminado. Aún con la polémica y las dudas sobre si su imagen ha sido perjudicada, los números parecen indicar otra cosa. Según una encuesta realizada en Perú esta semana, Vizcarra mantiene un alto nivel de aprobación, con 57 por ciento.