El pasado domingo el norteamericano Stewart Cink logró lo que él consideraba dos años atrás un imposible. Con su hijo como acompañante y caddie durante toda la semana, pudo gritar campeón del Safeway Open de California, dejando así grabada una imagen que quedará en sus recuerdos por el resto de su vida. La victoria se hizo presente en la última parte del encuentro, donde Cink finalizó con una tarjeta de 65 golpes (-7), para de esta manera sumar un total de 267 (-21) y quedar a tan solo 2 golpes de diferencia del escolta y también estadounidense Harry Higgs 269 (-19).
El gran triunfo del golfista está precedido de una historia de superación desde el ámbito deportivo, como también a su vez del personal y familiar. Fue allá por el año 2009 cuando Stewart tocaba el cielo con las manos por última vez. En una victoria que parecía sacada de los libros, se impuso en el abierto de Turnberry (Escocia) ante el seis veces campeón de torneos grandes Tom Watson, en un encuentro que se definió con un desempate y quedó para la historia. Watson, que en ese momento tenía 59 años, estaba ante la posibilidad de convertirse en el jugador más veterano en ganar un torneo grande, pero un tiro errático a tan solo dos metros del hoyo, que de meterlo hubiese significado su triunfo, le permitió a Stewart conquistar su primer y único Major hasta ahora, poniéndole en lo más alto del golf mundial.
Pero las adversidades que más marcaron a Cink provienen del lado familiar. Dos golpes personales obligaron al golfista a abandonar las canchas por casi 3 años completos. En el año 2016 su esposa Lisa fue diagnosticada con fase 4 de cáncer de mama, lo que hizo dudar de su continuidad a nivel profesional dentro del golf. Sin embargo este no iba a ser el único golpe que su familia iba a recibir. Tras haber vuelto a las canchas en 2018, el mismo Stewart fue sometido a una intervención quirúrgica debido a un carcinoma en su nariz. Sí, la enfermedad volvía a estar presente en su vida y esta vez se trataba del cáncer de piel. Afortunadamente y al ser un cáncer de menor gravedad que el de su esposa, luego de la operación y de una recuperación el jugador pudo volver en el año 2019. A raíz de esto y tras haber logrado el titulo el domingo, el norteamericano detalla como su esposa fue y es su fuente de inspiración en la vida: «Después de lo que Lisa ha estado pasando, esto no es nada”, y agregó: “La mejor noticia para mí es que ella está bien”.
Sin dudas, la presencia de su hijo como caddie también representa la unión que existe entre la familia. Reagan, de tan solo 23 años, fue sin dudas la representación permanente dentro del campo ese vínculo que se generó en estos últimos 4 años. Una vez finalizada la competencia, el propio Stewart detalló cuáles fueron las palabras que su hijo, en forma de motivación, le dijo: “Tu golf está bien, tu swing está bien, tu drive está bien, estás cogiendo calles, greenes, pateando bien… No te preocupes por nada de eso y simplemente céntrate en los intangibles”. “Fue un consejo que sirvió mucho”, agregó el golfista. “No tienes que demostrarle nada a nadie. Sabemos de lo que eres capaz y tú también lo sabes, así que sal a jugar y pasa un buen rato con Reagan”. Esas fueron las palabras de su esposa en las horas previas a la final del torneo. La inspiración por la cual Stewart se encontraba rodeado fue sin dudas el motor que le permitió alcanzar lo que fue una vuelta soñada a la elite del golf.
Este triunfo, y no es algo menor, le otorga la tarjeta asegurada del PGA tour hasta los 50 años, por lo que dentro de los 3 años próximos el jugador, de 47, podrá participar de los principales torneos dentro del tour como el Torneo de campeones, El Masters, El Players Championship y el Campeonato de la PGA, siendo estos cuatro considerados como los torneos más importantes de golf a nivel internacional en donde Stewart seguramente será protagonista.
Pedro Occhiuzzi