Luego de haber protagonizado en Spa Francorchamps una de sus actuaciones más deprimentes en la historia reciente, Ferrari afronta su Gran Premio de casa esperando más de lo mismo.
Pocos adjetivos quedan sin utilizar para describir la situación de la escuadra de Maranello en este 2020. Tras acabar en 13ro y 14to lugar en el Gran Premio de Bélgica, el famoso equipo italiano parece haber tocado fondo, en la que viene siendo una de las peores temporadas de su historia.
La escudería italiana se encuentra en 5ta posición en el campeonato de constructores (con Reanult pisándole los talones) y a 197 puntos de la dominante Mercedes tras tan solo 7 carreras. Ferrari afronta la prueba de su casa en Monza (mismo lugar donde Charles Leclerc le dio a la escudería su primer triunfo de local tras 9 años), sabiendo que sufrirán tanto o más que en Spa debido a la enorme falta de potencia que sufre la SF1000, la cual se vio expuesta en el rapidísimo circuito belga: «Debería ser lo mismo que Spa, o peor», admitió de forma preocupante Leclerc.
Además, su jefe de equipo, Mattia Binotto, reconoció que le tomará mucho tiempo al “cavallino rampante” volver a los puestos de vanguardia que ocupaban hasta el año pasado: “Todo el equipo es el responsable y yo como jefe de equipo, el primero. Si miras atrás, para conseguir una etapa llena de victorias necesitas varios años, en la F1 nada llega por arte de magia, se necesita paciencia y estabilidad», admitió.
Y como si fuera poco, Ferrari tampoco puede hacer demasiado para mejorar su situación en el corto plazo, debido a las limitaciones impuestas por la FIA para desarrollar los monoplazas en los próximos dos años, buscando salvar costes en medio de esta pandemia que atraviesa el mundo, la cual forzó incluso a posponer el gran cambio de reglamento técnico dispuesto para 2021 un año más. Por lo tanto, la escuadra de Maranello deberá esperar por lo menos hasta 2022 para aspirar a volver a los puestos de privilegio. Un panorama cuanto menos desalentador para el equipo y sobre todo para el español Carlos Sainz, quien será piloto del “cavallino” a partir de esta temporada, en reemplazo de Sebastian Vettel.
Alejo Lignac