Con 30 años, Elena Donne reveló que la liga de básquetbol femenina de EE.UU (WNBA) rechazó su pedido de no jugar la fase final en Florida por motivos de salud, ya que sufre una enfermedad crónica.
Desde 2008, Donne padece la enfermedad de Lyme (infección bacteriana que se contrae a través de las picaduras de garrapatas), y hasta hoy en día sigue batallando contra ese padecimiento para poder realizar su sueño de jugar en una de las mejores ligas de básquetbol del mundo, la WNBA y convertirse en la mejor jugadora. Pero ahora se ve envuelta en un conflicto con la asociación y ella asegura que está en juego su propia vida.
Donne es considerada una de las mejores jugadoras del mundo; su profesionalidad y dedicación hicieron que entre los años 2015 y 2019 fuera elegida MVP (Jugador Más Valorado). Pero en la misma liga en que el ala-pívot de 30 años ejerce su carrera, no reconocen su enfermedad y frente a esta situación su equipo los Washington Mystics, decidió redactar una carta abierta a «The players Tribune», ya que la WNBA le insiste en jugar en la «burbuja» de Orlando, Florida.
En la carta en que ella misma describió su padecimiento y el calvario por el que pasa se expresó: “Tomo 64 pastillas al día: 25 antes del desayuno, 20 después del desayuno, otras 10 antes de la cena y otras 9 después de cenar. Siento que me está matando poco a poco. La enfermedad de Lyme es una infección bacteriana cuyos síntomas pueden ser la fiebre, el dolor de cabeza o la fatiga».
Además, afirma que esa cantidad de píldoras diarias es «la única forma de mantener su condición bajo algún tipo de control, lo suficientemente saludable como para vivir algo parecido a una vida normal».
Donne debía elegir entre jugar y poner en riesgo su salud o vivir de sus ahorros. Si se niega a jugar sin ninguna decisión de los médicos esto le impediría reclamar su salario ya que la enfermedad de Lyme no está incluida en la lista del centro estadounidense para el control de enfermedades y prevención. Frente a esto señaló: «Ahora me quedan dos alternativas: puedo arriesgar mi vida o perder mi sueldo. Honestamente hace mal. No tengo el dinero de los jugadores de la NBA. No deseo ir a la guerra con la Liga por esto. Y no puedo apelar».
Además, expresó que la negativa sobre su pedido por parte de la WBNA la hace sentir que está «fingiendo una discapacidad para intentar huir de su trabajo para igualmente ganar un salario». Ante esto, intervino el técnico de los «Mystics», Mike Thibault, que garantizó que Donne recibirá su sueldo completo en tiempo y forma durante la temporada mientras realiza su rehabilitación tras ser operada por una lesión en la espalda que sufrió a principios de este año.
Ella reconoció que su deseo siempre fue el de jugar, pero que las dudas con respecto a las instalaciones en donde se jugaría le hicieron replantearse si en verdad valía la pena. Pidió información acerca del establecimiento, pero, aun considerando que las mismas eran seguras, afirma que el más mínimo riesgo de contagio es muy alto y que le duele que, en una situación así, la asociación ponga en duda su profesionalidad. Con respecto a esta nueva enfermedad que surgió en el mundo, el coronavirus, afirmó: «En cuanto se supo del COVID-19 me lo tomé muy en serio. He dicho una y otra vez que por mi enfermedad soy inmunodepresiva, porque el Lyme debilita mi sistema inmune. Es algo con lo que tengo que lidiar, pero es un asunto de vida o muerte. Así que cuando la WNBA destapó la idea de querer organizar una burbuja para jugar me informé sobre cómo iba a ser y cómo iba a afectarme. Con los casos subiendo en Florida… Si tengo que ir a un hospital y está colapsado, ¿qué hago? Quería jugar, pero estaba aterrada».
Iván Franco Cruz