El santafesino Carlos Delfino, de 37 años, es nuevo jugador del Pesaro Basket, club de la máxima división de Italia. Por lo tanto, será rival de su compatriota Luis Scola.
Esta institución ganó dos ligas italianas, la de 1988 y la de 1990. A estos logros se les suman dos Copas de Italia en 1985 y en 1992. Fue, sin duda alguna, su época de gloria. Los últimos dos títulos que pudo ganar son una Liga y una Copa, pero de la Serie B.
En la presentación oficial, Lancha, muy esperanzado, comentó: «Para mí es un gran desafío, estoy muy feliz de estar aquí. Victoria Libertas es un club histórico del campeonato italiano, en Pesaro hay un gran pasión por el básquet».
Con esta incorporación nueva al equipo, se buscará revertir el mal funcionamiento que tuvo en el último campeonato, en el que solo pudo ganar uno de los veinte partidos que disputó hasta que se suspendió el torneo, debido a la pandemia.
Pero a nivel personal, la meta no es otra que lograr una nueva hazaña olímpica. Fue parte de «La Generación Dorada», aquella que supo tocar el oro con sus propias manos en los JJ. OO. de Atenas 2004. Además ganó la medalla de bronce en Pekín 2008, logró el cuarto puesto en Londres 2012 y llegó agónicamente tras tres años de inactividad por una lesión a los cuartos de final en Río 2016.
Posteriormente a su presentación, Cabeza, entusiasmado, exclamó: «El objetivo es jugar mis quintos Juegos Olímpicos. Ya he hablado con el entrenador sobre el proyecto que nos espera, esperemos estar a la altura. Soy muy optimista y orgulloso de haber tomado esta decisión, quiero ayudar al grupo. No puedo esperar para ir al gimnasio a trabajar. Todavía me siento competitivo, durante la pandemia nunca paré».
El año pasado volvió a formar parte de un equipo en el que ya había jugado entre el 2002 y 2004, el Fortitudo, también de Italia. Pero inconvenientes personales lo obligaron a regresar a Argentina. En octubre fue procesado por la Justicia Federal de Rosario, ya que se vio involucrado en una causa junto a su padre y otras dos personas. En ella se los acusa por lavado de activos provenientes del narcotráfico.
Este parate no se compara con la longitud de los anteriores que tuvo, debido a lesiones. La primera de ellas fue en noviembre de 2010, cuando jugaba en Milwaukee Bucks, de la NBA. Eran los inicios de la temporada y sufrió una conmoción cerebral causada por un golpe recibido en un partido contra los Minnesota Timberwolves. Esto lo mantuvo más de dos meses y medio sin jugar. No le tomó mucho tiempo adaptarse nuevamente. Volvió al quinteto titular y supo recuperar el excelente nivel que estaba dando.
La segunda fue durante el 2013, en una de sus mejores temporadas para la NBA, en Houston Rockets, que terminó con un sabor amargo, ya que se fracturó el hueso escafoides de su pie derecho. Esto sucedió tras caer mal después de hacer una volcada sobre Kevin Durant. Era el partido 4 de los Playoffs contra los Oklahoma City Thunder. Aquello lo obligó a alejarse de las canchas durante tres años. Regresó para los Juegos Olímpicos de Río 2016, pero esto solo fueron piedras en su camino; aunque se habló sobre su retiro, él no piensa en eso.
“Disfruto más jugando ahora después de las lesiones. Hoy me siento mejor de lo que me sentía hace dos años. Yo entré más de seis veces en un quirófano y cuando va pasando el tiempo, me voy encontrando mejor. El básquet siempre ha sido el mejor hobby de mi vida y no me cuesta nada mantenerme en forma y esperar una oportunidad”, aseguró el escolta en una charla que tuvo con Radio Marca.
Este es el decimocuarto club en el que juega en su carrera. Anteriormente estuvo en Libertad de Sunchales (1998/1999); Unión de Santa Fe (1999/2000); Viola Reggio Calabria (2000 al 2002); Fortitudo Bologna (2002/2004); Detroit Pistons (2004 al 2007); Toronto Raptors (2007/2008); Khimki Bc (2008/2009); Milwaukee Bucks (2009 al 2012); Houston Rockets (2012/2013); Boca Juniros (2017); Saski Baskonia (2017); Fiat Torino (2018/2019) y regresó al Fortitudo Bologna (2019).
Su nuevo DT es el croata Jasmin Repesa. Es un viejo conocido de Cabeza, ya que lo tuvo en su primer paso en Fortitudo Bologna, al cual describió como un excelente motivador. Puede llegar a ser la pizca ideal para optimizar al máximo la llegada de el santafesino a su quinto JJ. OO.
Foto: «Sin Mordaza».
Matías Pérez Carballo