La competencia entre Australia y Nueva Zelanda, particularmente en el ámbito del Rugby, consta de muchos años de antigüedad. Con un primer enfrentamiento entre los «All Blacks» y los «Wallabies» que tuvo lugar por el 1903, comenzando más de un siglo de competencia. Es más, entre ellos existe un título en juego, la «Bledisloe Cup», que se disputa desde 1932.
Ante el regreso del Súper Rugby en Nueva Zelanda, competencia nombrada como «Aotearoa», los australianos no se quedaron atrás. Y también volvieron a poner en juego a la ovalada, dándole inicio al certamen que ellos titulan como «Super Rugby AU», el campeonato de selecciones provinciales del Hemisferio Sur.
El torneo contará con 10 fechas, en las cuales habrá dos partidos por cada una de ellas y una franquicia quedará libre. Serán 22 partidos en total, ya que al finalizar todas las fechas, el que haya quedado en segundo puesto se enfrentará al que quede en el tercero. Y el ganador de ese encuentro jugará la final contra el que haya quedado primero. Se estima que estos partidos se llevarán a cabo entre el 12 y 20 de septiembre.
Son 5 las franquicias que forman parte de este torneo: «Queensland Reds», «Melbourne Rebels», «New South Wales Waratahs», «Brumbies» y por último, «Western Force», franquicia que vuelve a competir tras haber dejado en el 2017.
El fin de semana tuvo lugar la primera de las jornadas. Enfrentando a «Reds» con «Waraths» y por otro lado a «Brumbies» con «Rebels». Quedó libre «Western Force», que deberá esperar una semana más para su regreso.
El primer enfrentamiento fue el viernes y se lo llevó el local, «Reds» imponiéndose por 32 a 26 frente a «Waraths». Estas franquicias representan a los estados de Queensland y de Nueva Gales del Sur, respectivamente, formando así un clásico entre ellas que conyeba más de 140 años. El partido fue entretenido y culminó con el resultado final en los últimos 5 minutos, cuando James O´Connor logró convertir dos penales. Con esta victoria pudo terminar con la racha negativa de 11 partidos en los últimos 7 años sin poder ganar este clásico.
En el segundo encuentro, «Brumbies», que llegó a seis finales y es la que más veces lo hizo, ganando dos de ellas, se volvió a encaminar hacia una nueva consagración, tratando de conseguir esto por tercera vez, tras vencer por 31 – 23 a «Rebels». Fue un partido entretenido y con mucho suspenso, ya que llegó a estar 24-23 a 10 minutos del final, hasta que un try y conversión de Will Miller sentenció el resultado.
Se pudieron observar las nuevas reglas, entre ellas la de liberar rápidamente en los «breakdown». Además las patadas 50/22 y 22/50, las cuales eran «kicks» que pican dentro del campo y luego salen del mismo, ahora las transformaron en «lines» a favor. Otro cambio se vio al momento de «anular»; ya no se sigue el juego con un «scrum» sino que se realiza una salida de «drop» desde abajo de los palos, para el mismo que anuló. Aunque no se vio en esta fecha, también se incluyó un alargue de 10 minutos con punto de oro en caso de que haya un empate. Ahora tendrán la posibilidad de sustituir luego de 20 minutos a un jugador expulsado. Y por último, la imposibilidad de cantar «mark» si el atacante ejecuta una patada dentro de los 22 metros del rival, exceptuando el caso en el que un defensor la tome dentro de su in-goal.
Se busca agilizar el juego, haciendo que los defensas se encarguen de cubrir el fondo y así dejar más espacios para el «show»y tratando de evitar tiempos muertos en el «scrum». Copia, en parte, a su propio «Rugby League», el cual menospreciaron y hasta discriminaron durante 100 años, hasta que en 1995 se profesionalizó. Con esto buscarán reconquistar a todos los simpatizantes que fueron perdiendo con el pasar de los años.
En cuanto al público, se pudo hacer presente solo un 10% de la capacidad total de cada estadio: en el «Suncorp Stadium» de Brisbane asistieron 5590 personas. En cuanto al «Gio Stadium» de Canberra, que cuenta con una menor capacidad, recibió a 1500 espectadores.
Matías Pérez Carballo
Foto: Festejo de Harry Wilson (Getty Images)