“Necesitamos ayuda, no damos más” es una de las declaraciones que se escuchan por parte de los encargados de los 86 míticos cafés notables con los que cuenta la Ciudad de Buenos Aires.
Estas confiterías tenían la costumbre de recibir a miles de personas por día, entre el afán por la cultura de Buenos Aires y los personajes que asistieron a ellas. Es el caso de “Florida Garden”, ubicada en la intersección de Florida y Paraguay, pasaron grandes figuras como Tita Merello, Carlos Monzón, Diego Maradona y Jorge Luis Borges. Desde que se inauguró en 1962, el mítico café aún conserva su arquitectura original.
Florida Garden está haciendo un esfuerzo por mantener hoy sus puertas abiertas, “Por ahora podemos pagar la luz, el gas, los servicios y la parte que nos compete de los sueldos. Estamos tratando de mantener la confitería, que es una mole y, a duras penas, llegamos a hacerlo”, dice Javier Fernández, uno de los dueños y gerentes del café.
Pero el panorama se repite en todas las demás confiterías: “Abrimos por amor: para sentir que no nos quedarnos de brazos cruzados en nuestras casas. A otros, directamente, les conviene mantener el negocio cerrado por el gasto que requiere ponerlo en marcha. Es un dineral por día, para vender tres cafés”, agrega Francisco Miranda, secretario de la Cámara de Cafés y Bares y socio del Bar Bidou.
A raíz de esta situación, el diputado Leandro Santoro presentó un proyecto de asistencia integral, acompañado por la legisladora María Bielli, con el principal objetivo de poder paliar la crisis provocada por la pandemia del COVID-19 y el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) en los cafés notables porteños. Se presentó en primer lugar en la Legislatura Porteña y luego en una conferencia de prensa.
El proyecto consiste en la eximición de Alumbrado Barrido y Limpieza (ABL) e Ingresos Brutos; subsidio de servicios públicos por el 100% del valor de las tarifas de servicios de luz, agua y gas; subsidio al personal de trabajo que se encuentren bajo relación en dependencia; líneas de créditos blandos y prestaciones a tasa 0%.
“Sabemos que la Ciudad tiene muy resentidas sus finanzas, pero necesitamos que les den una mano a estas personas porque no podemos permitir que cierre el Café Tortoni o Los Angelitos. Buenos Aires no será la misma sin ellos porque son parte de nuestro patrimonio cultural, material e inmaterial”, cerró el diputado Leandro Santoro.