El pasado 29 de junio se cumplió un nuevo aniversario de la última conquista de la selección argentina en un Mundial. México ’86 fue la última vez que la albiceleste tocó el cielo con las manos. Una generación que dio todo por traer nuevamente la copa a nuestro país, el sacrificio de un plantel encargado de devolverle la alegría a nuestro medio.
Aquella competición pareció estar hecha para el final feliz que se terminó dando. Rodeados por las críticas de una clasificación agónica, el plantel de la albiceleste disputó ese Mundial mentalizados con traer al país el trofeo y así fue, con Carlos Salvador Bilardo al mando, superaron la fase de grupos sin conocer la derrota, un empate ante una poderosa selección italiana encaminaba a la selección a rumbo a la etapa de eliminación directa.
En octavos de final, la Argentina se midió ante Uruguay, después de lo que fue la edición de
1930 se volvía a dar el clásico rioplatense en un Mundial. La selección charrúa no venía bien, dos empates y una goleada ante Dinamarca lo clasificaron último de su grupo con solo 2 puntos. Sin embargo, era un clásico y se tenía que jugar como tal, el capitán argentino Diego Armando Maradona, como en todo el mundial, fue una dolor de cabeza para la «Celeste» y en aquella ocasión no fue menos. Con un gol de Pedro Pasculli en la primera mitad, la Argentina se colocó en los cuartos de final.
Llegó Inglaterra, en un partido que se vivió mucho más por lo que había sucedido cuatro atrás con la Guerra de Malvinas. Lejos de eso, el partido dejó algunas de las postales que se guardaron en la memoria de todos los amantes del fútbol, nuevamente Diego Armando Maradona sería el protagonista, con la tan polémica, pero recordada “Mano de Dios” y uno de los mejores goles que se vieron en la historia de los mundiales, la Argentina se sobrepuso por 2-1 ante la selección europea.
Cada vez faltaba menos para regresar a una final del mundo, Bélgica era el rival para las semifinales que días atrás había eliminado a España en los penales. En aquel partido se vio una de las mejores versiones de la selección de Bilardo, que fue encontrando el equipo en el transcurso de mundial. Bélgica tenía un plantel interesante,
de los mejores de Europa, pero nada pudo hacer ante la garra y el juego de Argentina que con un doblete de Maradona se llevó la victoria por 2-0. Y finalmente, después de ocho años, volvía a una final de la Copa del Mundo, donde esperaba Alemania Federal, luego de derrotar a Francia, también, por 2-0.
La final se disputó en el mítico Estadio Azteca ante aproximadamente 114 mil espectadores, Alemania venía de ser subcampeón del mundo en la edición de 1982, por lo que iban a hacer lo imposible por llevarse la copa que no conseguían desde 1974.
El “Tata” Brown, con el brazo derecho dislocado y la remera agujereada para poder apoyar su dedo, era la viva imagen de la selección en aquella final. El defensor fue el encargado de abrir el marcador poco después de los 20 minutos; un magnífico contragolpe creado y definido por Jorge Valdano parecía sentenciar la historia a los 10 minutos del segundo tiempo. Aunque la ventaja del conjunto nacional era amplia, Alemania no bajaba los brazos y a 15 minutos del final descontó el encuentro y 5 minutos después puso el empate en el marcador.
Cuando el partido comenzaba a cerrarse y el conjunto europeo no aflojaba, Maradona volvía a vestirse de mago y filtró un pase que dejó a Jorge Burruchaga prácticamente mano a mano con el arquero germano, que no pudo frenar el lanzamiento cruzado que puso el 3-2 definitivo.
Argentina alcazaba por segunda y última vez un mundial. 34 años pasaron de aquel mágico 1986, el avance de la historia no fue tan benévolo con el seleccionado nacional que jamás volvió a tener un plantel como el de aquellos años, la base del equipo se mantuvo hasta la edición de Italia ’90, donde la albiceleste alcanzó el subcampeonato,
pero luego de aquella Copa costó mucho volver a formar una selección capaz de pelear. Siempre se formaban grandes planteles, pero los trofeos no llegaban. La edición de 2014, cuando Alemania se impuso por 1 a 0, resultó el regreso a una final mundialista que hoy sigue doliendo en el hincha argentino.
Autor: Agustín Martínez