“Nunca esperamos que se viniera una tormenta tan larga, en cinco minutos todos mojados, y repartiendo la carga; ya nada nos asusta”, canta Emiliano Brancciari, vocalista y guitarrista de NTVG, en “Llueve tranquilo”. Casualmente, la letra de la canción retrata a la perfección el éxito de No Te Va Gustar.
En 1994, cuando se creó la banda, solamente eran cuatro, y a lo largo de los años, fueron sumando a más integrantes; repartiendo la carga. Sin embargo, el concepto de tormenta no tiene para nada una connotación negativa, esa tormenta representa el repentino éxito de la banda, ya que cuando se formó, algunos de los integrantes tenían alrededor de 16 años. Incluso Emiliano contó en algún show que, la primera vez que escuchó un tema suyo en la radio, fue volviendo de la facultad mientras estaba en el tren.
No Te Va Gustar le escapa al rock convencional, no es simplemente guitarra, ellos le suman percusión e instrumentos de viento como el saxofón o la trompeta. Pero la banda no se queda solamente con una melodía descontracturada, sino que también dejan mensajes en sus canciones. Hablan de temas como el hombre en “Cosa linda”, del desamor en ”Paranoia” o incluso de corrupción en “Guante blanco”.
En esta actualidad capitalizada, donde lo más exitoso es una copia de la copia, en NTVG se encuentra una cuota de realidad. Los oyentes creen lo que cuenta la banda, y NTVG tiene qué contar, esa es una de las razones por las cuales se mantienen hace 26 años con tanto éxito en esta industria. Cuando una banda tiene tantos temas buenos termina siendo injusto elegir uno, sobre todos los demás. Porque cada canción deja una huella en el oyente, cosa difícil de lograr, y por esa razón, para los fans, NTVG es “el calor del pleno invierno”.
Tomás Ordoñez 2°A, Turno Mañana