El grooming es el engaño intencional de un adulto hacia un menor de edad utilizando principalmente las redes sociales para acosar. Suelen crear perfiles falsos ocultando su edad, y en el que obtienen información de la víctima a tráves de la manipulación.En Argentina ya está catalogada como una actividad delictiva y se incorporó al Código Penal en 2013, con la norma 26.904. Tiene una pena de 6 meses a 4 años de prisión.
El auge de la redes sociales fue incrementando el acoso sexual a menores de edad. En lo que va de la cuarentena, las denuncias por grooming se incrementaron un 30%. Un escenario perfecto por el aislamiento obligatorio, en donde estos adultos pervertidos buscan a su presa cibernética mostrando empatía para generar confianza y luego pedirles fotos y vídeos.
Para detectar el grooming, hay que prestar mucha atención al comportamiento del menor. Se debe estar atento a si, al acercarse a la computadora, el niño oculta la pantalla. También hay que atender respuestas emocionales que presenta el menor frente al ordenador (ya sea risa, enojo o disgusto). Siempre se le debe pedir explícitamente al menor no compartir información personal.
Es aconsejable utilizar herramientas de control parental para evitar que los menores accedan a contenido inapropiado. No se debe borrar ningún contenido del teléfono o la computadora que haya recibido, ya que las conversaciones, las imágenes y los vídeos que se hayan intercambiado con el acosador se deben guardar como prueba.