«Infectadura» es la nueva palabra que comenzó a circular en boca de todos la ultima semana a raíz de la carta que fue difundida por 300 intelectuales e investigadores argentinos, en la que aparecía dicha palabra, haciendo referencia a la situación de «dictadura de la infectología». Los firmantes aseguran que eso está viviendo el país como consecuencia de la cuarentena obligatoria desde mediados de marzo.
Pocas horas después, la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) publicó a través de las redes sociales un comunicado en el que repudia absolutamente este intento de comparación entre el aislamiento obligatorio y una dictadura, así fuera en sentido literal o simbólico.
El comunicado afirmó que las medidas que se toman para cuidar la salud de los pacientes tienen costos momentáneos en cuanto a las libertades o a las acciones permitidas, pero que aun así tratan de cumplir con su trabajo de manera honesta y en forma desinteresada en el rol solicitado de asesoramiento sanitario a las autoridades.
Además agregaron: “Nosotros, los infectólogos, también sufrimos las consecuencias económicas de esta situación. No estamos aislados del resto de la sociedad, y tenemos familiares y amigos que la sufren. Y estamos, al igual que otros colegas, expuestos al riesgo, en la primera línea, atendiendo a las personas enfermas”, completaron.