Desde el 9 de marzo que Luciano De Cecco sólo ve la luz desde la ventana de su casa o en las pocas ocasiones que tiene permitido salir, como para ir a la farmacia o al supermercado. Desde Italia, el segundo país con más muertos y en una situación muy preocupante tanto en lo social como en lo económico, el capitán de la selección contó cómo atraviesa este difícil momento junto a su esposa, la tenista Paula Ormaechea.
«Dentro de lo que se puede, la llevamos bien. Estamos encerrados tratando de pasar el día a día, de pasar todo lo que viene. Saliendo solamente para el súper, para la farmacia y tratando de tener actividades dentro de la casa», le contó a Olé el jugador de 31 años, instalado en Italia desde el 2011, año en el que llegó a Gabeca Pallavolo.
«Mantenemos ocupada la mente para que el encierro no sea tan pesado. Vemos series de televisión, armamos rompecabezas y hacemos ejercicios, sobre todo Paula. Tenemos una bicicleta fija y algunos equipos para mantenernos en forma», afirmó el armador de la selección argentina.
Hay mucha incertidumbre por si vuelve o no a jugarse el campeonato de voley en Italia. Sobre la cuestión, Luciano agregó: «No se puede hacer nada. Hay gente que decide, nosotros acatamos las consecuencias y hay que terminar, cerrar y seguir adelante. Por más que se termine el campeonato, la pandemia sigue, seguimos encerrados. Y si el campeonato continuase, nosotros no podemos ir a entrenarnos, no podemos salir de nuestras casas. Tomaron la decisión que ellos creyeron mejor. Desgraciadamente nosotros no decidimos nada, solamente actuamos».
«El problema es que no hay posibilidad de saber cuándo se puede competir. Acá hay reglas, contratos, fechas límite y no sé sabe cuándo va a terminar la pandemia. Nadie va a tomar decisiones sin haberlo pensado muy bien», afirmó De Cecco, que fue campeón en 5 ocasiones con el Perugia.
Esta claro que la situación económica en el mundo no es la mejor y esto influye claramente en el voleibol, el jugador dijo: «A nosotros nos pagaron el 70% del total; en teoría, es el último pago que vamos a recibir. Hay una mesa administrativa en la que hay jugadores, gerentes de equipo, presidentes y agente de los jugadores para llegar a un acuerdo de cierre. Eso va a tomar tiempo. No queda más que esperar y ver cómo se soluciona».
«Todos necesitamos de esa plata para vivir, sobre todo porque el próximo sueldo lo vamos a agarrar en octubre si la liga comienza. Si no empieza, puede ser que no cobre hasta diciembre o enero. Acá hay una crisis económica muy fuerte, muchos sponsors y equipos van a pérdida, no vamos a pedir algo que no haya. Entendemos la situación y está claro que la salud viene primero y después, el resto, pero no cobrar tres sueldos completos (los contratos son por diez meses y, por el momento, solamente recibieron tres) sería mucho», manifestó De Cecco, respecto de su preocupación por la situación económica y el futuro que le espera si la pandemia continua.
En medio de la cuarentena, De Cecco cambió de club después de 6 largos años en el Perugia y su nuevo destino es el Lube Civitanova, actual campeón de la Champions League de voleibol, pero aun sigue en la ciudad de su ex equipo: «Sigo acá, no me puedo mudar, no puedo hacer ningún cambio ni salir con el auto. Vivo mi día a día acá en mi casa. Cuando se pueda hacer algo, lo haré, pero por ahora no tengo expectativa de nada hasta que se cierre el tema de la pandemia».
«Es una oportunidad de mantenerme en un club igual a nivel objetivo, del mismo calibre que en el que estuve estos seis años. Me buscaron y tuve la suerte de no perder el nivel. Eso me deja muy tranquilo porque quiere decir que he hecho las cosas bien», afirmó Luciano.
Bautista Janin