La angustia y la cuarentena, dos enemigos que afectan a la vida de los argentinos. Angustia fue una de las palabras más usadas durante la última conferencia de prensa protagonizada por el presidente, el jefe de gobierno y el gobernador de los municipios más comprometidos.
“Depresión, hipocondría, ataques de pánico, riesgo suicida, síntomas corporales, desencadenamiento de enfermedades orgánicas que estaban latentes, nuevos conflictos vinculares más intensos e incluso accidentes domésticos pueden ser causados por una intensa angustia. Nadie puede vivir mucho tiempo inmerso en la angustia, eso indefectiblemente derivará en algo peor si no se lo trata adecuadamente y a tiempo. Por eso no deberían subestimarse sus efectos”.
Claudia Borensztejn, se centró en el cansancio. Gabriela Martínez Castro dijo que “el mundo entero esta angustiado por primera vez en la historia de la Humanidad”. Gastón Cabrera precisó que “la angustia es la emoción más universalmente experimentada por el ser humano”. “Es imposible no tener angustia en esta cuarentena” detalló Viviana Kelmanowicz. Pablo Muñiz habló de “crisis de sentido” y afirmó que la angustia se está volviendo pandémica. Eduardo Cazabat detalló incertidumbre, impotencia, imprevisibilidad y postuló la figura de un prisionero. Eduardo Keegan implantó la idea de un “tsunami de problemas de salud mental” como secuela. Agustina Fernández calificó de “difícil” la cura de la ansiedad en tiempos de coronavirus.