Uno de los principales deportes individuales es el atletismo. Así también es en la vida de la ex atleta, Denise Sharpe. Desde los 15 años descubrió su pasión y habilidad por esta actividad, aunque su mayor amor fue en la disciplina velocidad, que la llevó a sus mayores éxitos. Compitió en todas las competencias oficiales de Argentina y también participó en varios Campeonatos Sudamericanos, Juegos Panamericanos y hasta en un Mundial juvenil. Así fue que hoy en día sigue conservando dos récords en 100 y 200 metros de la categoría juveniles.
-¿Cómo empezaste con el atletismo?
-Vivía en Bariloche, hacía educación física en el colegio y un día mi profesor me llevó a un intercolegial. Ahí competí en todas las disciplinas que pude. En ese momento un entrenador me vio y me invitó a competir en un torneo llamado «Semana del mar», en Mar del Plata. Eso fue en el año 1987, ahí hice mi primera marca homologada de 11,9 segundos en los 100 metros llanos.
-¿Cómo fueron las siguientes competencias y cuando hiciste tu primer récord?
-Ahí empecé a ir de competencia en competencia. En el año 88 fui a Santa Fe a correr e hice el récord argentino juvenil (categoría hasta los 21 años) de 100 metros que fue 11, 7 segundos y además la marca mínima para ir al Mundial.
Para ingresar en una competencia oficial como el Mundial de atletismo la marca mínima se renueva un tiempo antes de cada competencia decidida por el Comité Olímpico Internacional. Por eso, ella, con esa marca, pudo ir al Mundial Juvenil de Bulgaria en 1990.
-¿Cómo fue tu experiencia yendo a un Mundial y representar a Argentina?
-Fue increíble porque te encontrás con lo mejor y con los mejores. Te hacen testeos de antidoping y te hacen sentir grande. Lo más lindo de todo es la gente que conocés. Igualmente fue muy difícil, en ese entonces no había apoyo del gobierno, mis padres y mi entrenador hicieron mucho esfuerzo para que yo viajara. Cuando llegamos a Bulgaria, estábamos muy solos, porque no había traductor y nosotros no hablábamos inglés, igualmente fue una experiencia maravillosa. En ese Mundial hice el récord argentino de 200 metros.
-¿Cuál era el rol de la mujer en el atletismo en esa época?
-Era mucho más difícil que hoy, nosotras no teníamos mucha indumentaria como la que hay hoy. Pensá que las mujeres no participaron en un principio de varias ediciones de los Juegos Olímpicos. En el Mundial al que fui nos realizaban un test de femineidad antes de cada competencia para ver si eras mujer. Como en ese entonces se tomaban anabólicos, si te pasabas de testosterona no podías competir con las mujeres. Hoy muchas cosas cambiaron y van a seguir cambiando.
-¿Estás en contacto con alguno de tus compañeros o contrincantes de ese entonces?
-Últimamente con esto de la cuarentena nos contactamos con muchos de mis compañeros y compartimos fotos y anécdotas. El otro día hice un curso que dio Ximena Restrepo, yo competía contra ella y hoy es la representante femenina del World Athletes, es muy importante su rol como mujer en él.
-¿En qué competencias participaste y que es lo que más te gusta de competir?
-Yo participé en todos los torneos Argentinos, en un Sudamericano, en los Panamericanos y en un Mundial. Lo que más me gusta es correr. La parte social es increíble, tengo muchos amigos por el mundo.
-¿Cómo fueron tus años de competencia y cuando decidiste el retiro?
-Me acuerdo que yo faltaba todos los viernes al colegio para viajar 24 horas desde Bariloche a Santa Fe a competir sábado y domingo. La verdad no me arrepiento de nada de lo que hice, fueron años increíbles y me quedaron personas hermosas. Me retiré a los 24 años después de participar de los Panamericanos por una injusticia deportiva. Me arrepiento de no haber seguido más tiempo.
-¿Quién fue tu referente?
-Mi referente fue mi mamá, ella participó en los Juegos Olímpicos de Tokio en 1964. Ella tenía el récord argentino juvenil de 100 metros con 11s,8 y después se lo saqué yo. Mi mamá me contó de los Juegos Olímpicos recién cuando yo empecé con el atletismo. Ella siempre fue mi ejemplo a seguir.
-¿Qué estás haciendo actualmente?
-Hoy soy profesora de educación física en colegios primarios y secundarios. También hago algunos cursos sobre atletismo. No me gustaría ser entrenadora porque es un trabajo muy solitario, yo preferí armar mi familia. Trato de mostrarles a mis alumnos el atletismo y por eso los llevo a las pistas de atletismo e intercolegiales y a los que les gusta, los entreno.
-¿Qué significa el atletismo para vos?
-El atletismo es mi vida. Cuando voy con los colegios a la pista les digo que es mi lugar en el mundo. Me gustaría ir próximamente a un Juego Olímpico de espectadora y estar de vuelta en ese ambiente. Tenía en mente ir a los de este año con mi mamá, ya que eran en Tokio como ella compitió pero no se pudo.
Autora: Martina Bergamasco Rossi, 2° A, turno tarde