El 22 de mayo de 1909 se estrenó la primera película argumental, sin sonido y en blanco y negro, dirigida y guionada por el italiano Mario Gallo, que llegó al país en 1905 y se interesó en hechos de la historia argentina.
La película «La Revolución de Mayo» se realizó como adelanto de los festejos del centenario de la patria y se proyectó en el Teatro Ateneo de Buenos Aires, en Corrientes y Maipú.
Se filmó en blanco y negro, con un lenguaje emparentado con el cine francés de ese momento en Europa. La narrativa quedaba a cargo de los intertítulos, y la imagen funcionaba a la manera de ilustración de un texto. Con la acción teatral y sin sonido, cada escena mostraba leyendas a través de unas placas que estaban divididas en 15 cuadros. La película relataba la Semana de Mayo, donde hubo acontecimientos en la entonces capital del Virreinato del Río de la Plata que dieron lugar a la formación del primer gobierno patrio el 25 de mayo de 1810.
En el año 2016, con motivo del Bicentenario de la Independencia, se realizó una restauración de la copia, a pedido del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA).