Hace 38 años, exactamente el 1° de mayo de 1982 comenzaba la primera batalla de Malvinas. Sí, el 1° día del mes cinco, a la mañana, un avión Vulcan XM607 perteneciente al Escuadrón 101 de la Real Fuerza Aérea lanzó 21 bombas de 1000 libras cada una sobre la península del aeropuerto. Era la operación más costosa desde la 2° Guerra Mundial.
A las 04.42 de la mañana, el Vulcan lanzó las bombas sobre la Base Aérea Militar “Malvinas” (BAM). Los proyectiles no dieron de lleno en la pista, pero sí en el campamento donde se encontraban los efectivos que la custodiaban. «Se oyó en la zona el zumbido de los misiles y el estruendo de las bombas, una de ellas impactó en un depósito de combustible y produjo un espectacular incendio», recuerda el teniente coronel Héctor L. Arias en una entrevista con Infobae.
Al amanecer se repitió el ataque con cuatro aviones Sea Harrier, pero el fuego antiaéreo derribó a dos y los restantes se retiraron con averías. La inteligencia británica había advertido la peligrosidad de los cañones antiaéreos argentinos.
Luego del ataque a la BAM “Malvinas”, el brigadier de la Fuerza Aérea Sur, Ernesto Horacio Crespo, envió interceptores Mirage MIII a cazar Sea Harriers que volasen sobre el cielo malvinense. Ya en horas de la noche, Puerto Argentino fue sometido a un intenso fuego naval cerrando el cerco aéreo y marítimo. Fue uno de los dos días más largos de la guerra, el del bautismo de fuego de la artillería antiaérea del Ejército y de la Fuerza Aérea Argentina. Se iniciaban las hostilidades en las Islas Malvinas.