El gobierno decidió cerrar los barrios en donde habita la comunidad qom debido a un gran aumento en los casos. De todas formas, el Barrio Toba resulta ser un problema para las autoridades debido a que los aborígenes no cumplen con las prevenciones, como el distanciamiento social. Además, allí se ha registrado un alto índice de suicidio en jóvenes. Esto está relacionado en parte a el gran consumo de alcohol y drogas que resulta muy difícil de controlar a las autoridades. Los casos suman 694 infectados oficialmente en la provincia.
La ministra de Salud, Paola Benitez, fue quien comandó la primera desinfección en el barrio Toba. Se reunió tanto con pastores como referentes de la zona norte de Resistencia para poder atender los asuntos en relación al cuidado de la comunidad en su totalidad. El hambre y la pobreza son dos factores que golpean fuertemente a la comunidad qom. «Viven hacinados, hay casas en las que habitan hasta 20 personas», comentaron desde el Ministerio de Salud.
Hubieron 2 casos que generaron alerta. Baltazar Navarro, del barrio toba, y Alfredo Segundo, del Chilillí, solicitaron el alta voluntaria frente al informe de los médicos y rechazaron la internación. Ambos debieron ser trasladados en ambulancia y, para asegurarse de que cumplan con el aislamiento, permanecen con custodia policial en la puerta de su vivienda. Dichas altas voluntarias generan una gran preocupación.