La Unión Argentina de Rugby (UAR) dio a conocer un protocolo de seguridad que contiene una serie de guías para llevar a cabo una planificación para el regreso ordenado en los distintos clubes de todo el país y las diferentes uniones provinciales.
Cada club deberá adaptar las medidas por medio de la unión provincial que corresponda y obtener la autorización final de la UAR. Deberán también notificar y asegurar el cumplimiento de los requisitos obligatorios por escrito y que las normativas legales locales permitan el reinicio de la actividad de forma progresiva.
La situación de cada jurisdicción es diferente y va cambiando día a día, por lo que las guías pueden sufrir modificaciones sucesivas para adaptarlas a las nuevas circunstancias. Por eso las uniones provinciales serán responsables de que los clubes cumplan las medidas de su gobierno local y del protocolo de la Unión Argentina de Rugby.
El director nacional médico de la UAR, Marcelo Saco, expresó que este protocolo está basado en los documentos distribuidos por la World Rugby para el retorno a éste deporte en medio de la pandemia y las recomendaciones del Ministerio de Salud de la Nación.
Las uniones provinciales, encargadas del cumplimiento del protocolo por parte de los clubes, recibieron muy bien las guías, que serán puestas en práctica una vez que se retomen las actividades bajo las normativas provinciales, nacionales y municipales.
Recientemente se realizó una reunión virtual entre el presidente de la UAR, el dr. Marcelo Rodríguez, los miembros del consejo directivo y los presidentes de las uniones provinciales. Allí se presentó un protocolo guía a seguir en caso que se flexibilicen las medidas del gobierno nacional y los gobiernos provinciales o municipales. La Unión Argentina de Rugby dio un marco de referencia, aunque cada unión evaluará su situación y se responsabilizará de las decisiones que lleven a cabo.
El protocolo establece cuatro puntos importantes:
- Responsables de COVID-19
Cada unión provincial deberá designar una o más personas para idear, poner en práctica y controlar el plan consensuado con las autoridades sanitarias, para que cada club pueda desarrollarlo. Por otra parte, las entidades deberán tener un referente que esté conectado con su Jefe Operativo de COVID-19 para el registro de las actividades. Sus funciones serán las de implementar la logística y estrategia de las actividades, capacitar a todos los protagonistas con las medidas de seguridad necesarias, asegurarse de que no haya casos de infectados, y si los hay, aislarlos, y comunicar claramente todo lo estipulado.
- Situación y medidas locales
Los clubes deben tener las autorizaciones municipales y provinciales para la reapertura de las instalaciones como primera medida, teniendo en cuenta las limitaciones que podrían llegar a tener en cuanto a los espacios a utilizar y la cantidad de personas que los usarán.
- Recomendaciones para las instalaciones
Para evitar las aglomeraciones de personas que circulen y asegurar el distanciamiento social, se deberá confeccionar un mapa para moverse en las instalaciones. Garantizar la limpieza de las mismas, como así también disponibilidad de lugares de higienización antes y después del juego. El cierre de vestuarios o duchas.
- Recomendaciones para las personas
Los integrantes del club, jugadores, staff y personal general, así como también los que ingresan al lugar de juego, deben completar una instrucción sobre la pandemia. El ingreso a las instalaciones se hará con máscara o tapa boca reglamentarios. Se examinarán todos los días y deberán asegurarse de seguir las recomendaciones de higiene. Reducir el contacto a lo mínimo e indispensable. Dividir los planteles en grupos más pequeños y diagramar un esquema de horarios y turnos para que desarrollen la práctica.
Este protocolo fue elaborado por la comisión médica, presidida por Saco, Rugby Seguro, y la comisión de desarrollo. La UAR a través de este protocolo contiene a sus uniones para obtener una unidad en las decisiones y de alguna manera alinearse con la World Rugby.
Nicolás Desimoni