Las vueltas que da la vida. Hace 17 años y cinco meses, precisamente un 8 de diciembre de 2002, el equipo argentino de hockey femenino obtenía el título mundial en Perth, Australia. En este momento la ex-arquera de ese seleccionado lucha con sus compañeros en parar esta pandemia desde el Hospital Garrahan. Esta vez no se encuentra debajo de los tres palos sino dentro de cuatro paredes. El accionar es parecido: intentar frenar el coronavirus como si fuese una bocha de hockey.
En una conversación que tuvo con la web de Clarín, Mariela Antoniska, médica pediatra y gastroenteróloga, comentó cómo está viviendo esta situación: “Estamos con mucha incertidumbre porque luchamos contra algo que no vemos, como todo el mundo dice, algo que a veces no sabemos si está ahí. Estás revisando a un paciente y no sabés si tiene o no la enfermedad. Puede ser asintomático y tener COVID. No sabemos. Entonces uno lo que hace es tratar de cuidarse lo más posible. No digo que no tengo miedo, pero lo que trato de hacer es ser cuidadosa».
Antoniska ganó dos medallas olímpicas: plata en Sydney 2000 y bronce en Atenas 2004. Durante el Mundial que obtuvo en Perth, sólo recibió tres goles y mantuvo el arco en cero en cinco partidos. En la final ante Holanda, que terminó 1-1 en el tiempo reglamentario, atajó cinco penales. También medallista de oro en los Juegos Panamericanos de Winnipeg 1999 y Santo Domingo 2003 y en el Champions Trophy de Amstelveen de 2001.
La ex Leona se acostumbró a usar una mascara para atajar bochazos en el hockey; ahora deberá usar otra para atajar al coronavirus y además, se colgará la medalla más importante: la de salvar vidas.
Facundo Franco