Tras la incertidumbre sobre como será el futuro de la evolución del coronavirus, la Major League Baseball ya planea la vuelta de la mayor competencia del mundo de ese deporte. La propuesta hecha hacia la Asociación de Jugadores de Grandes Ligas consistiría en que habrá un segundo campo de entrenamientos para el 10 de junio, con el objetivo de abrir la campaña el 1° de julio. Entre las medidas que barajan se encuentran viajes limitados, así como descartar vuelos largos a través del país.
Por el lado del sistema de competencias buscan que haya más juegos divisionales, que los rosters estén expandidos y los playoffs serán ampliados. A su vez, habrán menos días libres y los saludos con la mano serán prohibidos. Mientras que la MLB baraja todas estas opciones, las ligas asiáticas de Corea y Taiwán ya comenzaron y en el caso de la segunda, están permitiendo la entrada de público a sus estadios, aunque de manera limitada.
Pero todos estos planes están siendo muy cuestionados, especialmente por los jugadores. Sean Doolittle, pitcher de los actuales campeones de la Serie Mundial los Washington Nationals, realizó unos fuertes cuestionamientos hacía estas ideas. En primer lugar, señaló que se está dejando de lado lo más importante que es la salud, todo esto con la mente puesta en las posibles secuelas y daños permanentes que puedan tener si se contagian del Coronavirus, como problemas renales, respiratorios, intestinales y hepáticos o el mal funcionamiento neurológico.
Y por último, el problema restante serían los salarios, algo que todavía no fue discutido. Nadie planteó cómo lucirían los potenciales salarios en una temporada acortada y asolada por el Covid-19, donde los equipos no podrán tener el ingreso de las entradas a los estadios. Sin duda éstas negociaciones son las más importantes que ha tenido el baseball, literalmente se podría decidir el futuro de MLB a partir de éstos momentos.
Iñaki Sola