Creíamos que con la pandemia todo iba a ser distinto de ahora en adelante, pero a veces hay cosas que nunca cambian y los inocentes pagan el precio. Lo que ocurrió este último miércoles fue un claro ejemplo de ello, cuando Tomás Felipe Carlovich se encontraba circulando con su bicicleta en su tan querido Rosario.
Fue cerca de las seis de la tarde. El Trinche circulaba por la zona oeste de Rosario hasta que fue interceptado de manera violenta por un delincuente que, sin piedad, lo golpeó y provocó que perdiera el equilibrio. La caída lo dejó inconsciente y ocasionó una fisura en el cráneo que luego terminaría con su vida a los 74 años el pasado viernes, al no poder superar la intervención quirúrgica.
Su nieta, con mucha impotencia, se descargó tiempo después en las redes sociales: “Mi abuelo no murió, lo mataron. Por una bicicleta te sacaron la vida, destruyeron los corazones de una familia y a miles de personas que te amaban y admiraban. Que se haga justicia y encuentren a los monstruos que te hicieron esto, te mereces descansar en paz. Te amo Trinche”.
No muchos recordaban su historia, incluso se creía un mito, pero lo cierto es que siempre deslumbró con su fútbol a donde fuera, como la vez que «bailó» al seleccionado argentino dirigido por Vladislao Cap previo a la Copa del Mundo de 1974. Aquel partido fue un enfrentamiento amistoso entre La Selección Argentina y un combinado de jugadores de clubes rosarinos donde se destacaban grandes jugadores como Mario Alberto Kempes o Carlos Aimar, entre otros. En ese equipo, gran parte del once se conformaba por jugadores de Rosario Central y Newell’s, pero El Trinche era el que se diferenciaba del resto al llegar de Central Córdoba, también de Rosario.
En Los Charrúas fue donde más cómodo se sintió. Estuvo la mayor parte de su carrera vistiendo los colores del que se enamoró y nunca dejó de influir indirectamente en el club. También vistió la camiseta de Rosario Central, Flandria, Independiente Rivadavia, Colón, Deportivo Maipú, Andes Talleres Sport Club y Newell’s Old Boys de Cañada de Gómez, en el cual se retiró.
A pesar de sólo disputar cuatro partidos en primera división, supo ganarse los elogios de leyendas del fútbol argentino. Tal es el caso de Diego Armando Maradona cuando regresó a la Argentina para jugar en Newell’s, donde un periodista le confesó estar orgulloso de recibir en Rosario al “mejor jugador” y El Pelusa respondió: “Yo creía que era el mejor, pero desde que llegué a Rosario escuché maravillas de un tal Carlovich, así que ya no sé…”. Hace pocos meses pudieron encontrarse cuando Gimnasia viajó a Santa Fe y Maradona le firmó la camiseta del club santafesino del cual Carlovich es ídolo.
Otro gran referente de la selección que no dudó en elogiarlo fue Cesar Luis Menotti, quien dijo: «Parecía que la pelota lo llevaba a él. Una pelota inteligente, que disfrutaba de ser bien tratada. Carlovich tenía una enorme facilidad para jugar al fútbol y para entenderlo». Además agregó: “Carlovich fue uno de esos pibes de barrio que, desde que nacen, tiene como único juguete la pelota. Era impresionante verlo”. Cabe destacar que El Flaco Menotti lo convocó a la selección en 1976 para unos amistosos que servirían para moldear al equipo de cara al Mundial 78.
Su última entrevista fue para Súper Deportivo Radio de Villa Trinidad, en donde dijo cómo le gustaría ser recordado luego de fallecer: «Que me quieran como me quieren ahora, voy en bicicleta por todos lados. A pesar de que ya estoy grande, voy en bicicleta por todo Rosario, me voy a cualquier lado, me saludan, me tocan bocina de los colectivos, y todo. Con eso me hacen feliz. Yo he perdido muchas cosas en mi vida y eso me hace pensar que todavía sigo vivo».
Su gente lo seguirá queriendo, aunque lamentablemente ya no esté.
Lucas Fernández