El pasado viernes 24 de abril, un motín se desató en la cárcel de Villa Devoto alrededor de las 8 de la mañana. Éste comenzó en el pabellón 1, luego de que el Servicio Penitenciario confirmara el día jueves que un agente de dicha cárcel tenia coronavirus. Los presos reclamaban que a los pacientes de riesgo se les otorgue la prisión domiciliaria por la pandemia y que se cumplan con los protocolos de higiene para prevenir la propagación de la pandemia dentro del penal.
Luego de tomar el control de la cárcel, alrededor de las 10 de la mañana, los reclusos se subieron a los techos donde prendieron fuego colchones y desde allí lanzaban palos y piedras a la calle.
Desde afuera de la cárcel se podían escuchar estruendos de diferentes armas de fuego y se veía mucho humo por el fuego de los colchones quemados. Luego del revuelo dentro de la cárcel, 11 oficiales fueron transportados a diferentes hospitales por presentar quemaduras leves.
En los techos del penal se podía ver una bandera desplegada que decía: “Covid-19 está en Devoto. Jueces Genocidas. El silencio no es mi idioma”. Y, en otra parte del techo otra bandera estaba escrita con la frase: “Nos negamos a morir en la cárcel”.
Por su parte, el pasado domingo fuentes del servicio penitenciario confirmaron que el coronavirus ya entró en la cárcel de Devoto. Uno de los infectados es Nicolás Cardozo, el hombre que se vio en un video caer al suelo desde los techos, y el otro confirmado es Roberto Fontana.
En los alrededores de la cárcel, se encontraban familiares de los presos apoyando este reclamo y el motín. De este grupo de familiares que se reunieron afuera de la cárcel, tres mujeres fueron detenidas por resistirse a la autoridad.
Luego de varias horas de disturbios, el sábado 25 de abril, un grupo de referentes de la cárcel, jueces, gente del servicio penitenciario y de derechos humanos, lograron llegar a un acuerdo. Se firmó un acta en donde se indica que esta semana continuarían las reuniones. Esta primera reunión sirvió para que luego de 10 horas, se diera por finalizado el motín.
Los presos obtuvieron lo que estaban reclamando. Los funcionarios revisarán la situación procesal de la población en riesgo sanitario y de las personas en libertad condicional. También de aquellos que tenían salidas transitorias otorgadas, de los condenados a no más de tres años y de los que tienen prisión preventiva cuyo cumplimiento exceda los 2 años.
Pese a que los principales referentes de la cárcel de Devoto firmaron éste acta, hay un grupo de presos que se encuentran en la Planta 1, Pabellón 1 que no estarían de acuerdo con el acta que se firmó y aún estarían dispuestos a continuar con el motín.
El recluso que encabeza esta lucha en Devoto es un poderoso empresario llamado Gastón Russo, y que está detenido desde junio de 2018. El empresario está acusado de “lavado de dinero, narcotráfico y asociación ilícita”.
Russo es el representante del módulo 6 en la mesa de dialogo que se armaron con las diferentes autoridades estatales. El objetivo, antes señalado, es que se revea los reclamos de los prisioneros, que van desde excarcelación para los grupos de riesgo hasta una mejora en la higiene de la prisión.
Para este jueves se pactó una nueva reunión donde participarán, los cabecillas de los diferentes módulos de la cárcel, junto con el director del Servicio penitenciario, Emiliano Blanco, el secretario de Justicia del Ministerio de Justicia y de Derechos Humanos de la Nación, Juan Martín Mena, el juez de la Cámara Federal de Casación Penal, Gustavo Hornos, y el juez de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, Daniel Morín.
Luego de los problemas ocurridos en diferentes cárceles del país, el presidente de la Nación mostró su comprensión con los pedidos y reclamos de los presos. «La cárcel es un lugar de concentración humana muy riesgosa, donde el contagio y la contaminación pueden darse con mucha facilidad, hay también gente que tiene factores de riesgo», declaró Alberto Fernández en Radio con Vos. Y agregó: “Intento que podamos controlarlo de manera racional, pero no es un problema solo de Argentina”.