Si hubiera que definir la palabra «cultura» sin dudas el diccionario nos enseñaría que se llama de tal forma al conjunto de conocimientos que tiene una sociedad, las ideas que imparte, sus costumbres y las tradiciones que marcan a un determinado pueblo de acuerdo a la construcción que se llevó a cabo durante toda su historia. En cambio, si tuviéramos que describir «nuestra cultura», se nos llenarían los ojos de lágrimas tratando de mencionar todas las sensaciones que hacen explotar el corazón con solo imaginarlas. Comenzaríamos por explicar la pasión que el pueblo tiene sobre el fútbol, el deporte popular argentino, el mate, el folklore, el tango y el ceibo. El punto de partida siempre sería el mismo: el amor que se le pone a las cosas, el afecto con el que un argentino defiende lo que siente y a quién siente, el valor de los lazos.
Un virus invisible llamado COVID-19, nos quitó la sonrisa que nos caracterizaba y nos dibujó varias lágrimas a la vez, se decretó una cuarentena obligatoria y una serie de medidas preventivas sugeridas por la OMS que le dieron una cachetada a nuestra cultura. Atrás quedaron los abrazos, los besos, los domingos en familia, los cumpleaños tumultuosos y el picadito con amigos.
Un dolor profundo se apoderó de cada ciudadano, la angustia golpea todos los días las puertas de cada barrio, de cada pueblo, de cada ciudad. Comenzaron a sonar canciones tristes que marcaban la soledad que se vive por no poder ver a quién se quiere, se ven los espacios publicitarios concientizando para cuidar la salud y el hashtag de «quedate en casa» abunda.
Una calle me separa, del amor que está en mis sueños … cantaba un joven Leo Dan, hoy nos separa un metro de distancia con el de adelante, muchos kilómetros con nuestras familias, una pantalla con nuestros amores y un calendario que no tiene fin.
«No creo que debamos volver a darnos la mano nunca más, no solo para prevenir la enfermedad del coronavirus, sino que probablemente disminuirían drásticamente los casos de gripe«, dijo Anthony Fauci, un reconocido epidemiólogo, importante miembro del grupo de trabajo del presidente Donald Trump. Cuando volvamos a sonreír y vayamos corriendo a abrazar a la familia y a los amigos ¿Volverá todo a la normalidad en la vida de los argentinos? ¿Quedaremos con miedo al contagio? ¿Nuestra cultura pasará de ser extremadamente cariñosa y demostrativa para convertirse en una cultura temerosa y fría? ¿Volverán los apretones de manos y se irá la distancia entre personas? No se puede asegurar nada, y para comprobarlo, todavía falta y mucho… Esta película, continuará.
Delfina Ibarra Mac Kenna, 2do. A TM