Hasta la fecha, en el país se contabilizan cerca de 2941 casos de COVID-19, 737recuperados y un total de 136 víctimas fatales. Con estos números, el Gobierno de Alberto Fernández espera el pico de contagios para la segunda semana de mayo.
Argentina detectó el primer caso en el territorio el 3 de marzo y, luego de 45 días, ya supera los 2900 casos. Si bien el aislamiento preventivo, social y obligatorio está dando resultados, el presidente de la nación tomó la decisión de continuar con la cuarentena hasta el 26 de abril, inclusive. “Sabemos que hay mucha gente que tiene el virus y no tiene síntomas. Al aislarnos en nuestras casas evitamos que esas personas circulen y contagien a otros sin quererlo”, explicó el mandatario.
El último reporte del Ministerio de Salud estima que la cantidad de personas que dieron positivo en el test del COVID-19 aumentó un 6% la última semana. Sin embargo, el 30 de marzo había 966 casos y para el 11 de abril, esa cifra se había duplicado. Es decir que, según expertos, la curva de contagios en la Argentina se estaría aplanando. “El aumento promedio de casos de un día para el otro durante toda la última semana demuestra que la velocidad de crecimiento de contagio se mantiene constante y por esto no es exponencial”, agregan los especialistas. También dijeron: “Son muy pocos los países donde el número de casos se duplica cada más de siete días; el dato no hace más que sugerir que la curva está plana”
Algunos epidemiólogos pronostican “contagios a ritmo lento” y el presidente dijo: “la curva se está aplanando y quizás no haya pico”.
Sin embargo, el jefe de Estado extendió su discurso sobre cuándo se esperaría llegar a la máxima propagación del virus en el país y dijo que podría ser “alrededor del 15 de mayo”.
“Lo que buscamos es que el ritmo de contagios sea lento. Porque si es lento, el sistema sanitario argentino lo puede atender adecuadamente. Ese es todo el secreto. El riesgo del pico es que muchos se enfermen juntos y el sistema de salud no pueda responder”, agregó Fernández.
En la provincia de Buenos Aires es donde se registran la mayor cantidad de contagios. Ya son 873 y le sigue la Ciudad con 706casos positivos. En Córdoba ya hay 260 y en Santa fe otros 222. Chaco suma 253 y Tierra del Fuego acumula 122. También hubo contagios confirmados en Río Negro (127), La Rioja (39), Mendoza (72), Neuquén (99), Chubut (3) y Salta con tan solo dos casos. Formosa y Catamarca son las únicas provincias de la región que tienen el marcador en cero.
La tasa de mortalidad del virus en el país es del 4,4%. Esto quiere decir que hay 2,1 muertes cada un millón de habitantes. Según especialistas, ese porcentaje podría ser menor si aumentara la cantidad de testeos, ya que se cree que hay muchas personas que poseen el virus pero no muestran síntomas. «El 4% de las personas que ingresaron al país han sido positivas y, por eso, el trabajo que se realiza para el traslado seguro ha sido muy importante para minimizar la transmisión», explicó la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti.
El médico infectólogo Eduardo López se refirió a la curva de contagios y dijo: “En general los casos se duplican cada 48 o 72 horas, lo que habla de que en la Argentina se está dando una curva de ascenso suave que, a diferencia de otros países, no tuvo hasta el momento un crecimiento exponencial”. Al final de la nota aclara que esto “es bueno” y demuestra que el aislamiento social está siendo “efectivo”.
No obstante, muchos científicos hacen hincapié en que debe haber más cantidad de testeos, sobre todo en las grandes ciudades. “Para verificar esto y que sea sostenido en el tiempo, teniendo en cuenta que esta enfermedad se presenta en el 80% de los casos de manera leve, se debería testear más para saber cómo está circulando el virus en la comunidad, especialmente en los seis distritos donde se asume que hay circulación comunitaria, como son la ciudad de Buenos Aires, el conurbano bonaerense, Chaco, Córdoba, Santa Fe y Ushuaia”.