Ya pasaron 3 meses de aquella fatídica madrugada, donde un grupo de rugbiers asesinaron a golpes de puño y patadas a Fernando Báez Sosa a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell, que dejó paralizada a toda la sociedad.
El pasado martes, la Cámara de Garantías de Apelaciones de Dolores rechazó la petición de los deportistas para la prisión domiciliaria, situación que los deja al borde del juicio oral. Anteriormente, el fiscal general de Dolores, Diego Escoda, calificó como ‘inadmisible’ el pedido de la domiciliaria.
«Estábamos muy preocupados esperando que estos jueces resuelvan y la verdad vivimos días sin dormir esperando la resolución. La Justicia está actuando de una manera que nos conforma«, declaró Graciela Sosa, madre de Fernando.
Por otro lado, Hugo Tomei, defensor de los diez rugbiers involucrados, acudió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y denunció que el Estado provincial no cumplió con brindarles a los acusados la información detallada del delito imputado.
Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Blas Cinalli, Enzo Comelli, Ayrton Viollaz, Luciano Pertossi, Matías Benicelli y Lucas Pertossi, declarados coautores del asesinato, están procesados con prisión preventiva por «homicidio agravado». Se encuentran detenidos en el penal Melchor Romero, en La Plata. Además, Alejo Milanesi y Juan Pedro Guarino, imputados como partícipes del crimen, siguen el proceso en libertad.
«Vamos a hacer todo lo posible para que (Cristian) Guarino y (Alejo) Milanesi vuelvan a la cárcel. Si me preguntan a mí, si yo fuese el juez, los tendría presos», dijo Fernando Burlando, en un vivo de Instagram.
Horas después de que la Cámara de Garantías de Apelaciones de Dolores diera su veredicto, un informe pericial dio a conocer que, bajo las uñas de Fernando, se encontró ADN de Blas Cinalli, uno de los imputados. Según la fiscalía, este dato complica a Cinalli, a quien lo identificaron como agresor directo.
En los hisopados también se habría encontrado un segundo perfil genético que correspondería a Máximo Thomsen. Estos datos confirmarían la presencia y su accionar en el asesinato. El informe también muestra que el 70% de la ropa que se le secuestró a los rugbiers, contienen sangre de Fernando Báez Sosa.
Por otra parte, Agustín Pichot, histórico medio scrum de Los Pumas, reflexionó ayer sobre el caso que conmovió al país entero: “Fue un crimen. No creo que el rugby sea eso. Pero tenemos que hacer una fuerte autocrítica de la responsabilidad que tenemos en los clubes y en los jugadores aquellos que enseñamos o somos dirigentes. Somos responsables de los estereotipos que hemos permitido en nuestros clubes”. También, dio su mirada sobre el ambiente que vive el Rugby y sus tradiciones: “Tenemos que cambiar muchas cosas que culturalmente estaban aceptadas, como por ejemplo los bautismos (para los que debutan), y ni hablar de peleas o violencia física o psicológica de cualquier tipo”
Este sábado, bajo el hashtag #JusticiaPorFernando (impulsado por Julieta Rossi, novia de Fernando, y familiares de él), se esperan gran cantidad de interacciones vía Twitter, Facebook (Justicia X Fernando) e Instagram (justiciaxfernando), ya que el aislamiento obligatorio por COVID-19 no permite realizar la marcha que se tenía planeada hacer los días 18 de cada mes.