Luego de una larga semana de movilizaciones y paros, que dejaron sin guardias durante el fin de semana a los hospitales porteños, los médicos residentes y concurrentes lograron que se derogue la nueva ley que regulaba su actividad. Esta norma era cuestionada debido a que tenía como efecto precarizar estos cargos, o por lo menos así lo interpretaron las partes afectadas.
La sanción se dio en una sesión polémica porque se votó mientras el bloque oficialista era casi el único en la Cámara, ya que los diputados de la oposición habían salido a intermediar entre los manifestantes que se encontraban en el lugar y la policía. A pesar de ello, la polémica ya estaba instaurada por el mismo contenido del proyecto. Entre los cambios “positivos” se reducirían las jornadas, las horas de guardia y se mantiene la remuneración, además de actualizarse con la paritaria.
Lo criticado, por otro lado, es que en sí no modifica las grandes problemáticas del sector. Entre algunos de los puntos de conflicto se encuentran: las horas obligatorias semanales de un mínimo de 36 y los residentes podrían superar las 60, las guardias son renombradas como “actividades de formación intensiva” y siguen pudiéndose extender hasta las 24 horas; además se seguiría excluyendo a los concurrentes, que seguirían cumpliendo las largas horas de trabajo sin remuneración y con la posibilidad de recibir sanciones “morales”. Los manifestantes exigían principalmente que ambos grupos fueran reconocidos como trabajadores de la salud, que percibieran un sueldo y que cuenten con obra social y ART, además de las debidas licencias necesarias.
“La anterior ley databa del año 1985 cuando fue sancionada, era anticuada y le urgía una actualización”, es uno de los argumentos que utilizó el bloque oficialista para argumentar el apuro en aprobarla. Además se agrega mejorará las condiciones de aprendizaje y trabajo en hospitales.
En los últimos días y frente a la presión del gremio, que se manifestó con paros efectivos desde el viernes pasado, el gobierno debió dar marcha atrás y dejar sin efecto a la nueva ley. Sin embargo, aclararon que esperan quede abierto el dialogo entre todas las partes para que el próximo año pueda salir una medida que satisfaga los requisitos de todos.
Milagros Pérez Pérez