El problema de las barras bravas en la Argentina fue creciendo a lo largo de los años
y a su vez el poder de las mismas aumentó a tal punto que en muchos casos si asume una nueva comisión directiva dentro de un club, de alguna manera tienen que llegar a un arreglo económico para poder gobernar los años de mandato que le corresponden a los presidentes, de lo contrario se hace muy cuesta arriba la convivencia en el club.
Las autoridades competentes indican en este informe que se ha intentado desarticular a las barras bravas a través de programas de prevención como el sistema de tribuna segura o el Fan ID, modelo que se implementó en el mundial de rusia 2018 y consiste en identificar si la persona tiene antecedentes por robo o algún otro tipo de ilícito.
De todas maneras, lo más importante para terminar de una vez por todas con las barras es que los políticos dejen de usarlas como fuerza de choque para sus actos o bien los utilicen para amedrentar a los hinchas que no están de acuerdo.
Por otra parte, es de suma importancia que los clubes garanticen la seguridad de la gente que trabaja en la institución todos los días y también de sus propios jugadores, que muchas veces reciben amenazas o hasta golpes debido a que los resultados deportivos del club no son los deseados o no les dan el dinero que esta gente exige mensualmente para poder costearse los viajes a los partidos.
Está claro que sin la presencia de políticas de prevención, jueces y fiscales comprometidos, y dirigentes que se unan para buscar la solución para terminar con este tipo de mafias, va a ser muy difícil erradicar a las barras bravas de las canchas del fútbol argentino.
Una producción especial de: Ignacio Petrelli, Kevin Villalba, German Randazzo, Matías Morici y Rodrigo
Pelozo