Hace muchos años que las personas tienen dificultades a la hora de elegir ropa acorde a su gusto y sobre todo a su talle y sus medidas. Esto pasa para todas las edades y va más allá del género. Distintas organizaciones que siempre lucharon contra los estereotipos y promovieron la diversidad de los cuerpos siempre levantaron la voz para que haya una legislación a nivel nacional para que rija un sistema de talles unificados.
Luego de varios años donde parecía que la ley no salía, finalmente la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de ley que tenía media sanción desde marzo de 2019. Este plan se votó sin la necesidad de un debate y fue aprobada por 163 votos y sin ningún voto negativo, aunque hubo 8 abstenciones.
Esta legislación decreta un sistema único de talles denominado SUNITI (Sistema Único Normalizado de Identificación de Talles de Indumentaria). Son dimensiones estandarizadas para producir la ropa destinada a las personas mayores de 12 años.
La forma en que se va a llevar a cabo esta reglamentación es a través del estado, que deberá llevar adelante un estudio antropométrico de los habitantes del país cada diez años. Así es como se va a resolver las medidas de la población para que se cree una tabla de talles. Lo que se va a lograr con esta ley es una regulación en todos los negocios. Es decir que una remera talle 42 va a ser igual en un local de una marca que en otra tienda o un jean de tamaño 32 tendrá medir igual de alto y ancho en todos los sitios.
Esta norma también incluye a la industria del calzado ya que todos los comerciantes deberán adherirse a esta disposición.
Julia tiene 52 años y vive en El Palomar, en la zona oeste del Gran Buenos Aires, y contó lo complicado que es para ella conseguir indumentaria: “Acá en mi zona a veces se me hace imposible conseguir ropa porque todas las cosas que hay son para chicas que son un palito. Yo tengo un cuerpo normal por así decirlo, es decir tengo 52 años ya, no pretendo ser una modelo, pero busco cosas y no consigo nada. No puede ser que las personas que tenemos por ahí unos kilos de más suframos tanto para comprar algo que nos guste”.
Sobre la implementación de la ley declaró: “Ojalá se pueda llevar a cabo. La verdad que solucionaría la vida de mucha gente porque varias veces tenemos que comprar cosas que no nos gustan, pero la compramos porque es lo que nos queda”.
Lo cierto es que esta jurisprudencia constituye un paso más en la ampliación de los derechos para los ciudadanos y será obligatorio que se cumpla dentro de un plazo de 180 días.
Martín Olivera