El pasado viernes 22 de octubre quedó absolutamente prohibido el uso de sorbetes de plástico en la Ciudad de Buenos Aires. La medida fue promovida por parte del Ministerio de Ambiente y Espacio Público, a través de la Agencia de Protección Ambiental (APrA).
Según estudios realizados, se estima que los sorbetes generan dos toneladas de residuos de único uso, y forman parte de las más de 150 toneladas de basura plástica en la ciudad autónoma de Buenos Aires.
En el mes de mayo del actual año, se inició un proyecto de ley que alentaba el abandono de del uso de este producto, y en este mes de noviembre se consolidó la Ley número 6017, que se desprende de la Ley Integral de Residuos Sólidos Urbanos.
El ministro de ambiente y Espacio Público de la Ciudad, Eduardo Macchiavelli, afirmó que el objetivo del ministerio es limitar el uso de productos plásticos que no son reutilizables, y una forma factible es eliminándolas y generando costumbres más sustentables.
Estas medidas alcanzarán a los hoteles de 4 y 5 estrellas, shoppings, galerías comerciales, shoppings, locales que tengan más de 300 clientes por día y principalmente cadenas comerciales de comida o bebidas rápidas. La Ciudad de Buenos Aires se suma a Pinamar, Villa Gesell, Mar del Plata, Mar Chiquita, Mendoza y Ushuaia, que son las ciudades que ya habían prohibido el uso de este elemento.
Esta medida no es la primera que emite este ministerio en los últimos años; en 2017, se resolvió prohibir la entrega gratuita de bolsas plásticas en los supermercados, hipermercados y autoservicios. La medida tuvo éxito y generó aceptación en gran parte de la sociedad, que comenzó a utilizar bolsas de tela reutilizables. Pero en estos primeros días con esta nueva iniciativa no se generó el mismo efecto en los consumidores, principalmente de los locales de comida rápida. Aldana Olmos, empleada de la famosa cadena de café “Starbucks”, contó que muchísima gente en estos días mostró su enojo al no poder tomar su desayuno o merienda sin sorbete. “Por lo menos 10 clientes me ofrecieron dinero a cambio de un sorbete de plástico”, comenzó Aldana, y concluyó: “Al negarme a vendérselos, la mitad se quisieron ir sin consumir su bebida”.
En caso de que un cliente vea que se están vendiendo o entregando sorbetes plásticos, puede denunciarlo a través del canal de reclamos y solicitudes de CABA. Las multas serán a partir de $5.350.
Este tipo de sorbetes es el cuarto residuo plástico más común de encontrar en las costas y océanos, y según estimaciones de la APrA, solo en los patios de comidas de los shoppings porteños, se consumen 2 millones de sorbetes al mes, lo que equivale a 1,7 toneladas de plástico.
Joaquín Sosa, empleado del Mc Donalds, manifestó su felicidad ante esta iniciativa del gobierno, ya que él es un defensor del medio ambiente hace varios años. “En mi casa desde que soy chico comenzamos a separar los residuos entre reutilizables y basura normal, de esta forma sacamos bolsas mucho más chicas de basura a la calle”, expresó Joaquín. Y continuó: “estaría muy bueno que todo el mundo hiciera lo mismo que yo, ya que no cuesta nada hacerlo y es sumamente importante para nuestro planeta”. Por último, contó que en la famosa marca de comida rápida, hace unos años que ya se sacaron los sorbetes libres para la gente, y que en caso de querer uno, debían pedirlo en la caja, sin costo alguno.
Valentín Cotter