El voto opcional tuvo mucha importancia en las elecciones del domingo 27 de octubre. Los chicos que se encuentran en la brecha etaria de 16 y 17 años y los adultos que superen los 70, han podido optar si concurrir o no a votar.
La adolescencia es un momento de conocimiento en el ser humano y la política es un ejemplo de ello. Muchos de los chicos y de las chicas toman la decisión de militar en algún espacio y otros deciden no hacerlo. Es por eso que desde Pirámide Invertida consultamos a dos personas; una de ellas optó por votar y otra eligió no hacerlo.
Simón tiene 16 años y decidió ir a votar: “En las PASO tenía 15 años porque cumplí en septiembre y me quedé con las ganas. Hace mucho tiempo me vengo informando e interesándome por lo que pasa en la política y creía que era una oportunidad que no podía dejar pasar”, contó. Ante la pregunta de qué es lo que hizo que se empiece a interesar, contestó: “La verdad es que el hecho de saber que existía la posibilidad de que vote hizo que desde el principio de las campañas indague sobre quiénes se iban a presentar; eso, sumado a que en la escuela siempre se hace hincapié en la importancia de la democracia, me dio el empujón final a poder ir. Por suerte me sentí preparado y no tuve la sensación de que voté cualquier cosa”.
Tamara tiene 17 años y no fue a votar. Ante la pregunta de por qué decidió no hacerlo, contestó: “La política me importa pero no me sentí representada por ningún candidato y eso hizo que pudiera aprovechar que es optativo, je. Tampoco me sentía súper preparada y votar por votar tampoco me parecía la mejor opción.”
Pese a tampoco estar obligados, muchos abuelos y abuelas también decidieron hacer valer su voto. Aquí, contrariamente a los jóvenes que recién dan sus primeros pasos en política, la experiencia de muchos años viviendo en este país y la sabiduría de saber qué propone y qué no cada candidato hace que el voto de estas personas sea sumamente calificado. Para no ser menos que con los chicos, desde Pirámide se les consultó a Marta y Raúl (la primera decidió ir a votar mientras que el segundo optó por no hacerlo).
Marta tiene 75 años y tomó la decisión de entrar al cuarto oscuro a pesar de tener la posibilidad de no hacerlo: “Hace 4 años tuve mi primera elección optativa después de muchísimos años y tomé la decisión de ir a votar para empezar un proyecto de país; este año me vi obligada a hacerlo para ayudar a continuarlo. Lamentablemente no pudo ser, pero igualmente me siento contenta por haber ejercido mi rol como ciudadana”, comentó.
Raúl, de 73 años, a diferencia de Marta decidió no ir a votar ya que para él “el ir a votar fue una obligación innecesaria durante gran parte de mi vida ya que nunca me interesó la política”. Luego se le preguntó si había algún candidato con el que simpatizase más, a lo que respondió: “A mi edad puedo decir que son todos iguales, lamentablemente. Estoy muy contento con la democracia porque sufrí mucho con las dictaduras en esa épocas, pero nunca vi un presidente que haga las cosas bien y eso me pone muy mal como argentino”.
Como estos, hay muchísimas otras personas que tendrán su argumentos ya sea para el sí o para el no. El voto de estas franjas de edad es importantísimo ya que se ven reflejados el primer interés por la política y la vasta experiencia, respectivamente.
Elian Vinocur