Paulo Londra, Wos, el Duki, Khea, Cazzu, Neo Pistea, tienen algo en común que va más allá de su nacionalidad. Además de ser argentinos, los cuatro estuvieron (o estarán) en el festival de música Lollapalooza, y son tratados como estrellas. O, directamente, son estrellas. Son los máximos exponentes del Trap, y cada vídeo que suben a YouTube acumula millones de reproducciones en pocas horas. Pero, ¿qué es el Trap?
El Trap es un subgénero musical que proviene de una mezcla entre la música electrónica, el hip-hop y el freestyle que nació a mediados de la década del 90 en los Estados Unidos. La palabra Trap viene del lugar en donde se venden drogas ilegalmente en dicho país. En los últimos años fue ganando terreno en los Estados Unidos, y fue llegando de a poco a Sudamérica, al punto de que hoy es la categoría más escuchada en las plataformas musicales.
Las primeras bandas o artistas que se animaron a incursionar en este género fueron Outkast, UGK y Three 6 Mafia unos años antes del cambio de milenio. Un poco más acá en el tiempo, T.I, Young Yeezy y Gucci Mane produjeron discos que contenían canciones que luego se convirtieron en éxitos, y pasaron a tener más lugar en las radios. Y en la última década, el Trap comenzó a ganar mucha más popularidad de la mano de Jay-Z, Kanye West y de Kendrick Lamar. Y en los últimos tiempos Migos y Childish Gambino. Hay una división en el género denominada Latin Trap o Trap Latino, que es una mezcla de rap, hip-hop y reggaeton, cuyos artistas más importantes, además del Duki, Wos y Paulo Londra, son Bad Bunny, Anuel y Ozuna. A raíz de la repercusión que tienen éstos músicos en las redes sociales y en las plataformas de videos y música, fue que Paulo Londra, cordobés, de 21 años llegó a grabar canciones con algunos de los artistas más importantes de la escena musical mundial, como Steve Aoki o Ed Sheeran, y que cantantes de este género, tengan la oportunidad de aparecer en una película.
Con letras que no solo se refieren a la vida en la calle, las drogas, la pobreza, el feminismo, la violencia, el sexo, entre otros, y en las que predomina la improvisación, este género revolucionó a todos los adolescentes, que lo escuchan en todo momento y sueñan con ser como sus ídolos. Ahora, hay muchos pibes de 11 o 12 años que se juntan a rapear en las plazas, con otros chicos de su edad o más grandes para ir ganando experiencia y que fantasean con que un día estarán rapeando ante miles de personas en una Batalla de Gallos. Esta competencia se realiza hace más de 10 años, y de aquí han surgido muchos de los máximos exponentes del género del país, y muchos otros que son conocidos para los amantes del Trap, pero que no tienen mucha popularidad entre los que no siguen el día a día, o que directamente no escuchan este tipo de música.
La gran mayoría de los cantantes de Trap en la argentina son jóvenes que tiene alrededor de 20 años, lo que hace que lleguen a un público mayormente juvenil (o un poco más grande), que se siente atrapado por la calidad de las letras, que, incluso algunas, incluyen fragmentos sobre problemas sociales. Por ejemplo, hace unos meses, Wos, de 21 años sacó una canción que se titula Canguro, que tiene una estrofa que dice: Y no, no hace falta gente que labure más, hace falta que con menos se pueda vivir en paz en la que critica al gobierno de Macri por como se ha manejado en los últimos años respecto a la inflación, al aumento de las facturas de los servicios básicos y también hace referencia a que muchísima gente se ha quedado desempleada bajo su mandato. Así, no se desentiende ni hace oídos sordos de lo que pasa en el país y de cómo está la sociedad argentina. Aunque no todo es el trap argentino. Rosalía, cantante española de Trap, en sus letras habla bastante sobre feminismo y trata el rol que tiene la mujer en la vida cotidiana. Las letras de las canciones de trap han cautivado a muchísima gente, y varios famosos, de distintos ámbitos, se reconocen fanáticos del género o de un artista en particular: los casos de Sebastián Wainraich o de Axel Kiciloff que han elogiado más de una vez las letras de Wos, no hacen más que avalar que el Trap llegó a un público muy variado: de todas las edades, y de todas las clases sociales.
Todos estos artistas son parte de la revolución de este género musical que se metió en la cultura argentina y que desde el año pasado se ganó su merecido lugar en los festivales de música más importantes del país.
Franco Marziano
2° «B» T. N.