Colmenares es uno de los variados ejemplos de superación, compromiso, trabajo, entusiasmo, progreso que hay en Argentina.
Pensado primero como una actividad adicional y como un proyecto familiar a comercializarse con las mejores marcas en los mejores escenarios posibles. Creciendo progresivamente, una idea que parecía ser utópica en el principio comienza a formarse y asentarse en el mundo real a través de sus mágicos productos.
Si bien el foco principal es la miel, su lema es artesanal, llevando a la vida del cliente un producto totalmente puro, sin ningún tipo de conservante o aditivo. Además, el trabajo y el esfuerzo le agregan valor al sabor y a la textura de la miel. Todo artesanal, todo a pulmón, así es como trabaja Colmenares del CAHP.
La producción, la distribución, la comercialización y la exposición está a cargo de la familia. Ellos se apoyan en su clan para expandirse, para hacer crecer la marca y posicionarla entre las primeras. Si bien aquí los números mandan, parecería ser que para ellos están en un segundo plano. El progreso y la satisfacción de ver crecer día a día a Colmenares es lo que les deja la verdadera ganancia.
No es un detalle menor que, además de trabajar bajo el concepto artesanal y puro, Colmenares cuide el medioambiente en su producción. Muchas han sido las noticias negativas sobre la naturaleza y el mal uso de ella, cuestión que la familia conoce bien por su anterior paso por la soja, y por tal motivo utiliza todos los recursos de forma natural y cuidadosa.
Entre sus productos más destacados se encuentra la miel líquida y cremosa, los caramelos de miel con jengibre y limón, con vainilla, con menta y con naranja. Pero no solo se limitan a eso, sino que también ofrecen panales parcializados, cera, velas. Podrán ser pasos lentos, pero son pasos firmes que sirven para competir en un mercado escaso.
El fin será siempre ofrecer la miel más pura y rica de Argentina, combinándolo con el esfuerzo y la superposición a las dificultades que se presente en el camino.
Una producción especial de: Luca Agnoletti, Juan Martín Bonamaison, Martín Buongiorno, Ignacio González, Matias Sánchez y Pablo Gilmore