Miles y miles de mujeres ratificaron su negativa a ser silenciadas y unieron sus voces en una jornada de reflexión, en el marco de la 34° edición del Encuentro Nacional de Mujeres, que se desarrolló en La Plata del 12 al 14 de octubre.
Dentro de la programación, estaba agendado por la mañana un acto de apertura en el Estadio Único, pero debido al temporal que azotó a la ciudad, el cuerpo de bomberos decidió dar por suspendida esa actividad. Pero ni la lluvia, ni la tormenta eléctrica, lograron parar a más de 200 mil mujeres, que caminaron a pasos firmes y cuestionaron «el sistema capitalista, patriarcal y hegemónico». De a poco, más voces empezaron a sumarse y las disidencias que en un pasado se veían relegadas pudieron compartir sus vivencias y problemáticas con las demás.
Hace 34 años este camino empezaba por la iniciativa de un grupo de mujeres, que en 1985 habían presenciado la Clausura de la Década de la Mujer en Kenia, África. Al retornar de ese viaje, decidieron que ya era el momento de empezar una práctica social que les diera a los grupos femeninos la posibilidad de hablar y de esta forma en 1986, Buenos Aires se transformó en la sede de la primera edición.
Los Encuentros son desde hace mucho tiempo un lugar para debatir y pensar las feminidades, en un entorno de organización que también involucra la vida y cuestiones económicas, sociales y políticas. Bianca Guassardi, joven artista quien lleva varios años alrededor del movimiento feminista, tuvo la posibilidad de asistir y formar parte de los últimos tres encuentros. “Se trata esencialmente de tener un espacio para pensarnos nosotras. La idea del sentido colectivo, de poder ir con tus amigas y con las mujeres de tu familia me parece estupendo. La lucha viene hace mucho, pero es verdad que todo lo que surgió en los últimos años con las campañas de Ni Una Menos ha movilizado a mucha más cantidad de gente”, destacó.
Las mujeres llegaban y llegaban. Las escuelas, los centros universitarios y distintos puntos de encuentro empezaron a ser foco de concentración. Tiempo más tarde, se dio inicio a la primera tanda de talleres, los cuales también siguieron el domingo. Durante estos días se hicieron más de 80 talleres con distintas temáticas, que a pesar de ser supervisados por una coordinadora, eran de carácter horizontal, es decir, no jerárquico. “La multiplicidad de áreas es algo está buenísimo porque posibilita la participación de distintas personas. Los debates también permiten cruzarse con otras mujeres y disidencias que tienen intereses en común, pero que viven en un entorno totalmente distinto al propio”, expresó la joven, en referencia al variado plan de actividades. Y en relación a su propia vivencia y lo que pudo percibir allá, agregó: “Nosotras tuvimos la posibilidad de ir a uno que se llamaba Mujeres y Educación. Pero la realidad es que dentro de estos talleres hay muchos temas, en materia de género, algunas vinculadas con la maternidad, aborto, trabajo, salud o también otros como mujeres y el fútbol, trabajadoras de la Tierra, en cooperativas, en economías populares etc”.
Por los distintos rincones de la ciudad diversas actividades culturales se llevaron a cabo, desde la realización de murales e intervenciones artísticas hasta obras de teatro, bandas en vivo y narraciones,entre otras.
No es la primera vez que las calles y centros de La Plata son sede de este evento: en 2001, tiempos en donde los grupos feministas eran mucho más reducidos, ya existían aquellas que se reunían con esta consigna. El encuentro de ese año logró albergar un total de 15 mil, que para ese momento ya eran cifras superiores a las esperadas. Dieciocho años después, el número de mujeres sobrepasó a todas las ediciones anteriores ya que fue mayor a las 200 mil. Esto, en parte se debe a la mayor visibilización que adquirió el movimiento y la gran adhesión a las marchas del 8 de marzo, Ni Una Menos y las del aborto.
Muchas mujeres que antes no lo conocían se interesaron y decidieron que era hora de hacerse presente en el Encuentro. “Siempre son especiales en sí mismos, pero que este año se haya desarrollado en La Plata, después de las múltiples movilizaciones que se hicieron anteriormente, género que muchas más tengan ganas de participar por primera vez”, reflexionó la artista.
Asimismo, la cercanía con la Ciudad de Buenos Aires y alrededores, donde hay una gran cantidad de población, fue una de las causas de la masividad. Pilar Goñi, otra joven estudiante, quien adhiere a los ideales del feminismo y fue partícipe de esta experiencia, expresó: “Al desarrollarse en Buenos Aires, eso propició que la cantidad de gente y la convocatoria sea mayor. También tuvo lugar en el marco sociopolítico de lo que son las elecciones presidenciales, entonces por detrás también hay una cuestión de puja política”.
Un tema muy cuestionado en este entorno desde hace varios meses es la petición de un cambio de nombre. Muchas agrupaciones entienden que la denominación actual no incluye a los todos los feminismos y ven como necesario que el encuentro integre a todas las disidencias de género. Este año, más que nunca, a pesar de que no se logró encontrar un consenso entre los grupos y organizadores, se mostró la iniciativa de que pase a llamarse “Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Bisexuales y No Binaries”. Acerca de esta cuestión, Goñi subrayó: “El cambio a plurinacional tiene en cuenta realmente a todas, no simplemente a las de determinada clase o nacionalidad. La realidad también es que hay mujeres que vienen de otros lugares y van al encuentro o distintas formas de feminismo y está bueno que tengan la posibilidad de no quedar afuera”.
En el transcurso del encuentro se realizaron distintas peñas, marchas y festivales con distintas consignas. El sábado hubo una velada por el derecho al aborto legal, y más tarde tuvo lugar una movilización en contra los travesticidios y transfemicidios. Mientras que el domingo se realizó una histórica marcha por toda la ciudad, en donde se hicieron visibles las distintas problemáticas que se presentan desde hace muchos años.
Para darle cierre a estos históricos días de unidad femenina, el lunes se realizó un acto final en el Estadio Único de La Plata, en donde, además de leer las conclusiones de los talleres, a través de un aplausómetro se eligió a San Luis como sede para el 2020.
Pilar Misenti Nolazco