A partir de este año, todos los 1° de octubre se celebrará el día del futsal en la Argentina. ¿Por qué razón? Ese mismo día, pero en 2016 la selección nacional consiguió una hazaña en la Copa del Mundo en Colombia: se consagró campeona. A pesar de haber ganado la Copa América el año anterior, la albiceleste no llegaba como candidata, pero con el pasar de los días y las eliminaciones de grandes potencias, el camino se fue allanando.
Todo el equipo disfrutó y gozó, pero hubo dos jugadores que festejaron en familia. Se trata de Alamiro y Constantino Vaporaki, quiénes compartieron plantel en el histórico campeonato. Sin embargo, no es la primera vez que el ala y el pívot están juntos en un equipo, ya que desde 2015 juegan en Boca y cosechan títulos. “Kiki”, como más se lo conoce a Constantino, convirtió el último gol que le dio la victoria a Argentina contra Rusia por 5-4. En esta ocasión, dialogó con Pirámide Invertida y relató su experiencia.
– Llegaban al Mundial como campeones de la Copa América, ¿Cuáles eran las expectativas?
Teníamos expectativas altas. Íbamos con la idea de jugar los 7 partidos, que es un objetivo difícil. A medida que va pasando el torneo te vas dando cuenta para qué estás y para qué no. Confiábamos mucho en el grupo que teníamos, en el trabajo que habíamos hecho y en todos los torneos previos que habíamos jugado, donde nos medimos con grandes equipos y estuvimos a la altura. Las expectativas eran altas, pero, sin dudas, no éramos favoritos para ganarlo.
– ¿Cuál fue el momento en el que sintieron que podían llevarse la copa?
Hubo un punto de inflexión grande en octavos de final. No solo porque jugamos muy bien contra Ucrania, que era un rival difícil y que se nos hizo muy duro, sino porque veníamos de dos partidos malos en el grupo y ahí se vio un buen equipo. Además, se dio el golpe de que Brasil quedó afuera con Irán, Italia afuera con Egipto y sabíamos que Rusia y España se iban a eliminar entre ellos. Ahí empezamos a creer mucho más que podíamos.
– Contá un poco como vivieron de adentro esa final con Rusia que ganaron 5-4 y vos pudiste hacer un gol…
Yo siempre antes de cada partido hacía un trabajo mental diferente. A veces necesitaba más motivación, a veces viene por si sola, por momentos necesitas bajar las ansias y el nerviosismo o subirlo porque notás que estás muy relajado. Este partido era único en nuestra vida; me costó dormir, me costó comer la noche previa. Los instantes anteriores son de mucha tensión, pero una vez que estás adentro de la cancha lo vivís como cualquier otro partido. Estás concentrado, querés hacer lo mejor y te soltas, por lo menos en mi caso me solté, lo disfruté y lo jugué. Por suerte tuve la oportunidad de hacer un gol, que no se me había dado hasta el momento, y fue el que nos dio la diferencia final.
– ¿Cómo fue vivir ese momento con tu hermano?
Vivirlo con mi hermano sin duda que es un plus, un valor agregado, sobre todo por nuestra familia que estaba en la tribuna viéndonos y disfrutando de que nosotros estábamos adentro de la cancha. Si alguno de los dos no hubiese estado en el mundial o hubiese sido protagonista quizás hubiese quedado un sabor agridulce porque siempre querés que, además de que te vaya bien a vos, que les vaya bien a las personas que aprecias. Por suerte nos fue muy bien, es un recuerdo hermoso que tenemos y no nos lo va a quitar nadie.
– ¿Cómo repercutió el campeonato en Argentina? ¿Viste un crecimiento del deporte luego del logro?
El deporte creció por la propia inercia de boom mediático que tuvo durante el mundial, se conoció un deporte que estaba muy tapado. Los chicos, sobre todo, empezaron a ver que también podía ser una salida al profesionalismo que no sea el fútbol. Creció mucho el nivel de juego, la capacitación, todavía nos falta estructura, ser más profesionales, incluir al resto del país, que va creciendo. Faltan algunos años de seguir apostando, de que se acerquen las empresas, de que los entes gubernamentales aporten lo suyo y de nuestro lado seguir trabajando y aportando para que este deporte siga a la vista de todos. Hace poco pasó con el Mundial de Clubes con Boca, volvimos a poner al futsal en boca de todos los medios y esas son cosas muy importantes.
– ¿Cómo ves a la selección de cara a la Copa América en Santiago y el Mundial de Lituania?
Yo me lesioné el año pasado, todavía no me tocó estar y desde adentro no lo puedo ver. Pero viendo que se mantiene la base del mundial pasado, más algunos chicos jóvenes que se suman y que están muy bien, veo devuelta un buen grupo y una línea de trabajo que se mantiene. También esta el espíritu competitivo que tiene el argentino que muchas selecciones no lo tienen. Nos veo bien, protagonistas y ojalá que se pueda repetir alguna de las hazañas que hicimos.
Por: Joaquín Ginesta Spinelli, 2°B, turno tarde