Qué difícil debe ser para un fanático de un club del ascenso tratar de encontrar palabras para explicar lo que siente por su club o por el fútbol en general. Esa pasión que solo entienden los que viven el día a día en un club de la D, C, B Metropolitana o los equipos del Federal A y torneos regionales. Esos clubes que realmente viven gracias a sus socios.
No es solo “esfuerzo” la palabra que describe a una dirigencia de un club de este estilo, si no que va más allá de eso. Un directivo tiene que dejar de lado muchas cosas para dejar a su club de la mejor forma posible. Familia, amigos y tiempo libre quedan de lado para poner en primer plano a la institución que lo necesita más que nadie para poder subsistir en una sociedad donde los clubes de barrio quedan cada vez más relegados. Y no solo eso, hasta hay veces donde tienen que poner plata de su propio bolsillo para pagar deudas o aportar para el sueldo de algún jugador, algo que un dirigente de primera división o de B Nacional no se imaginaria jamás.
Ir a la cancha a ver un partido de ascenso es otro tipo de sensación, algo totalmente distinto a ser hincha de un club consagrado de primera división. Existe mucha gente, en realidad la mayoría, que son hinchas de clubes de primera división y también tienen su amor por un equipo de ascenso, que al final de todo, son quienes transmiten más emoción, donde realmente se ve el esfuerzo de su gente plasmado en la cancha o en las instalaciones del club.
Los clubes de ascenso viven por su gente, esa gente que deja de lado todo lo demás y aporta para que su club no desaparezca o siga creciendo. Son conocidos los casos donde los socios hacen un esfuerzo económico extra para comprar materiales, sea pintura, bolsas de cemento o miles de otras cosas que siempre se necesitan para arreglar algo o poner más coqueto el club.
El hincha de ascenso es eso, es aquel que sufre días por una derrota de su equipo, para va al club aunque no haya partido para ver si se necesita algo, si puede pintar una pared o ayudar en lo que sea. Eso los hace feliz, no son hinchas de cancha, son amantes de su club, lo sienten como propio y se enorgullecen como nadie con cada logro, con cada tribuna terminada o con cada ladrillo puesto que hace crecer a la institución.
Todos sueñan con ver a sus clubes jugando en la máxima categoría, contra los clubes grandes o alguna copa internacional, pero también son conscientes de lo difícil que suena eso hoy en día, e igualmente trabajan para lograrlo, para dejar a su club lo más alto posible. Capaz ellos no vean a su club en una categoría más alta, se amarguen al final de cada torneo cuando se equipo no ascendió, pero eso no les impide seguir trabajando para mejorar, aunque esto demande mucho tiempo y mucho dinero, a los hinchas de los clubes de ascenso van a ser siempre los primeros en estar para impedir que su club caiga en la miseria.
Una producción especial de: Matias Margni, Nicolas Indrieri, Hernan Krawiek, Martin Santos, Santiago Parodi y Matias Toso