En toda historia de cambio existe una persona que se animó a dar el primer paso para romper con lo establecido. Ese es el caso de Macarena con el fútbol femenino profesional argentino. Tal como Nettie Honeyball, activista feminista, sentó las bases de la rama femenina al fundar el primer club de la historia en 1894, Macarena décadas más tarde y en cirscunstancias diferentes pero aún desiguales, dio el puntapié inicial para el profesionalismo del que ahora podemos disfrutar.
En tiempos de modernidad las herramientas para combatir las injusticias se multiplican y diversifican; las redes sociales aparecen como aliadas para la difusión de aquellas ideas de revolución. La situación de la santafecina a principios de año en su club, la UAI Urquiza, era crítica. Pero no era la única envuelta en esa problemática. “El 5 de enero me llamó el técnico y me informó que no me iban a tener en cuenta. Fue una decisión que me tomó de sorpresa y no me la imaginaba. Antes de irme de vacaciones la relación estaba normal y no había pasado nada”, expresó la futbolista quien elevó el reclamo a Twitter. En una comunidad cada vez más feminista, el reclamo no tardó en hacerse viral. La profesionalización no era un capricho, sino una necesidad para dejar atrás la incertidumbre laboral.
Ocho meses después y tras varias denuncias que pasaron por manos de la justicia, la Primera Division Femenina Argentina es una realidad y la protagonista de este relato terminó con un final feliz. San Lorenzo de Almagro la contrató para el inicio del campeonato y marcó tendencia como Macarena: fue el primer club en firmar contratos profesionales. “Venía siguiendo el caso de Macarena con mucha tensión porque me parece un reclamo legítimo. Con tensión y admiración por su lucha. Lo que me terminó de decidir fue cuando vi que la habían amenazado, me pareció un acto de cobardía tremendo y me creía que alguien tenía que tratar de salvar tanta injusticia. El hecho de que sea San Lorenzo tenía que ver con el espíritu, con lo que significa este club, con los valores que tiene. Siento que la profesionalización es uno de los grandes hitos de nuestra gestión”, dijo Matías Lammens, presidente del club.
Después de luchas, denuncias y amenazas de muerte recibidas, hoy Macarena es una jugadora profesional. Su intensidad personal se trasladó a las canchas: en tan solo dos fechas de torneo ya marcó tres goles y recibió la tarjeta roja por doble amonestación en el último encuentro frente a Gimnasia de La Plata (4-0).
La delantera ya despliega sus cualidades en la ofensiva, pero aún le falta desenvolverse con naturalidad en las situaciones que le exigen ir a marcar al rival. La torpeza y brusquedad que se pueden observar en las atacantes que bajan a defender, muchas veces las dejan expuestas, y este fue un ejemplo de ello. El próximo choque será frente a Villa San Carlos y nuevamente la lupa estará en el equipo de la pionera.
Por: Belén Medina, 2B turno tarde.